¿Cómo preparar un abono casero con jengibre y canela para que las plantas florezcan?

Tener plantas en el hogar es una práctica que perdura a lo largo de los años. Se cree que estos seres vivos purifican el aire y regulan la humedad. Según algunos expertos, las plantas liberan dióxido de carbono durante la noche y durante el día generan oxígeno, contribuyendo así a un ambiente más saludable. Además, absorben contaminantes del aire, mejorando su calidad y frescura.

Existen muchos tipos de plantas ideales para interiores, que puede elegir según sus preferencias estéticas y las condiciones de su hogar. Algunas de las más populares incluyen suculentas, helechos, hiedra, pothos, cactus, orquídeas y begonias. Estas plantas no solo embellecen el ambiente, sino que también ayudan a ampliar visualmente el espacio y aportan luminosidad a cualquier área dentro de la casa.

Por esta razón, muchos optan por tener plantas a su alcance; sin embargo, varios factores externos, como el frío debido a cambios climáticos, pueden prolongar el tiempo necesario para que florezcan adecuadamente.

Para contrarrestar estos efectos, se utilizan fertilizantes, sustancias ricas en nutrientes que mejoran las condiciones del suelo y favorecen el desarrollo de los cultivos. Aunque se pueden adquirir fácilmente, también es posible elaborar abono casero de manera sencilla.

El ingrediente principal es el jengibre, un alimento rico en nutrientes como hierro, magnesio, potasio, fósforo y calcio, además de contener vitaminas C, B3, B1, B2 y E. Sus beneficios son numerosos, ya que ha sido considerado desde siempre una planta medicinal con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a aliviar diversas afecciones y a eliminar los radicales libres del cuerpo.

Ingredientes:

• 30 gramos de jengibre
• 1 litro de agua
• Canela en rama

Instrucciones:

1. Corte el jengibre en trozos y agréguelo a una olla con el agua. Lleve a ebullición a fuego lento para extraer todas sus propiedades.
2. Antes de que empiece a hervir, añada la canela en rama y deje que hierva por 5 minutos más.
3. Retire la mezcla del fuego y déjela enfriar antes de verterla en un pulverizador.
4. Rocíe la mezcla sobre las plantas desde arriba y también sobre la tierra al menos una vez por semana.

Es importante almacenar el preparado en un lugar fresco para conservarlo por más tiempo.