Insecticida
¿Cómo preparar un insecticida con bicarbonato y vinagre?
Estos ingredientes ayudan a controlar insectos como cucarachas, moscos, pulgas y ácaros, entre otros.
Los insecticidas son compuestos químicos utilizados para controlar o matar insectos que en muchas oportunidades son portadores de enfermedades. Sirven para controlar la propagación de hormigas, cucarachas, mosquitos, piojos, polillas, pulgas, ácaros, babosas y gusanos, entre otros.
Normalmente son productos que están disponibles en muchas formas diferentes, las cuales incluyen polvos humectables, aerosoles, gases y gránulos y se consiguen de todas las marcas y variedades en el comercio. Sin embargo, muchos de ellos pueden ocasionar problemas de salud no solo para las personas, sino también para animales como perros y gatos.
Estas son razones de peso para que muchas personas prefieran recurrir al uso de productos naturales, con el fin no solo de cuidar la salud, sino también el medio ambiente, que en ocasiones también se impacta con las sustancias químicas.
Una de las opciones caseras de insecticida para eliminar plagas puede prepararse con bicarbonato de sodio y vinagre, una alternativa que resulta fácil de elaborar y muy económica.
¿Cómo se prepara?
Para elaborar esta solución solamente se necesita mezclar partes iguales de vinagre blanco y agua en una botella rociadora. A la misma se le agrega una cucharada de bicarbonato de sodio y se agita vigorosamente antes de aplicarlo. Al terminar, se debe desechar el sobrante, precisa el portal Eurogrow.
La referida fuente indica que este insecticida casero es eficaz para combatir una amplia variedad de plagas comunes que se ubican tanto en la casa, como en el jardín. Por ejemplo, puede ayudar a controlar mosquitos, hormigas, cucarachas, moscas, arañas y pulgas.
Para aplicarlo solo se tiene que rociar la combinación directamente en las zonas infestadas o en áreas propensas a la presencia de plagas. Una de las recomendaciones es aplicarlo en grietas, esquinas y lugares húmedos donde suelen acumularse.
La frecuencia con la que se debe aplicar este insecticida casero depende del grado de infestación y del tipo de plaga que se quiera atacar. En términos generales, la sugerencia es aplicarlo una vez al día durante una semana y luego disminuir la frecuencia a una vez por semana como medida de control y prevención de futuras plagas.
Las recomendaciones son que cuando se use este producto de elaboración casera, la persona que lo aplique se coloque guantes y evite el contacto directo con la piel y los ojos. También es fundamental mantener el producto fuera del alcance de niños y las mascotas para evitar que lo consuman.
Beneficios del bicarbonato para el jardín
Así como el bicarbonato puede acabar con los insectos, también puede hacerlo con los hongos y particularmente los que se desarrollan en el jardín, lo que permite cuidar y proteger las plantas de manera natural, según el portal El Mueble.
Este sitio web indica que los hongos se alimentan de la energía de las plantas en las que viven; es decir, a medida que el hongo crece y se hace más fuerte, tu planta se va marchitando. Suelen externalizarse de diferentes maneras, pues adquieren distintas apariencias, como son el marchitamiento, costras, capas mohosas y manchas.
El bicarbonato normalmente se conoce como un antiácido y es esta misma función la que trabajará como fungicida y ayudará a terminar con las plagas del jardín. Esto se debe, según El Mueble, a que aunque los hongos son especies que pueden vivir en entornos ácidos, no pueden sobrevivir en la alta acidez que presenta el bicarbonato de sodio.
De esta forma, esta sustancia termina actuando como un veneno contra los microorganismos que viven en las plantas, razón por la cual es un producto que no debería faltar en las recetas de fungicidas caseros.