¿Cómo saber si la carne congelada está dañada?

La carne es un alimento que aporta varios beneficios al cuerpo, pues contiene vitaminas B3, B12, B6, y minerales como el hierro, el zinc y el selenio, que ayudan con la cicatrización, con la formación de hemoglobina, además de mantener el sistema nervioso central.

Para obtener los beneficios de este alimento, el consumo de carne por semana debería ser de tres porciones entre 350 y 500 gramos. El portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que se recomiendan los cortes bajos en grasa, como lomo alto y bajo, filete, cuete y colita de cuadril.

De hecho, es común que las personas cuando compran la carne la congelen. Sin embargo, hay que señalar que, si no se almacena de forma correcta, esta puede dañarse. Por ello, una forma de reconocer si la carne congelada está dañada es:

1. Inspección visual: Si la carne llega a tener manchas marrones o decoloración, puede significar que lleva mucho tiempo congelada o puede ser un signo de oxidación. Además, si tiene hielo en la superficie, es porque la carne fue descongelada y congelada.

2. Olor: Otra forma de reconocer si la carne está dañada, es oliéndola, y si se llega a sentir un olor como agrio, rancio o desagradable, es mejor no consumirla, porque puede estar en mal estado.

3. Textura alterada: Si la carne, después de descongelarse, llega a tener una textura pegajosa o viscosa, significa que pudo dañarme. Asimismo, si se presentan áreas blandas o secas, esto es otro signo de que la carne tiene un posible deterioro.

4. Fecha de caducidad: Por lo general, al momento de comprar la carne, esta viene con una fecha de caducidad, y lo recomendado es consumir antes de lo indicado, pues cuando se pasa el tiempo, se puede dañar el alimento.

6. Prueba de cocción: Otra forma de reconocer que la carne está dañada es cocinándola. Y, si se llegan a advertir cambios en el color y la textura, esta expulsa un mal olor. Si eso pasa, es porque definitivamente la carne está dañada.

¿Cómo conservar la carne?

Saber conservar la carne es muy importante, pues de esta forma se evita la formación de bacterias en el alimento y, de paso, se evitan las infecciones intestinales.

Así las cosas, las principales recomendaciones son:

• Temperatura de refrigeración: Es importante que la carne se conserve a una temperatura de alrededor de 4 grados y además evitar mantener la carne sin refrigeración por más de dos horas.

• Recipientes herméticos: Guardar la carne en recipientes herméticos ayuda a que este alimento conserve su sabor característico. Asimismo, se pueden usar bolsas conservadoras, especiales para ello.