Cómo
¿Cómo se debe guardar el ajo para que se conserve fresco?
Para comer ajo y deleitarse con todo su gusto es importante almacenarlo bien.
Para preservar tanto el sabor como la frescura de los ajos, es crucial almacenarlos adecuadamente. Esta práctica no solo ayuda a mantener sus beneficios y propiedades, sino que maximiza la utilidad de este alimento tan versátil.
El primer paso es adquirir cabezas de ajos frescas que estén firmes y aún envueltas en su piel, ya que este envoltorio natural juega un papel vital en su conservación a largo plazo.
Además de seleccionar ajos de calidad, hay ciertos consejos que se pueden seguir para saber cómo conservar una cabeza de ajos en óptimas condiciones. Estas técnicas aseguran que el ajo permanezca fresco y sabroso durante más tiempo.
¿Cómo conservar los ajos paso a paso?
- Evitar colocar los ajos en zonas húmedas, mucho menos en el frigorífico. Esto hace que se reblandezcan y se pudran antes.
- Para conservar los ajos de forma óptima, se debe buscar siempre un sitio oscuro y seco. Estas son las condiciones esenciales para conservarlos, duran mucho más y conservarán todas sus propiedades.
- Conseguir un recipiente para conservar los ajos. Estos envases están creados de forma especial para mantenerlos, por lo que son la mejor opción para conservarlos de manera adecuada. Consiste en un pequeño tarro de cerámica con agujeros que permiten mantener la cabeza de ajos en un lugar seco y oscuro, pero con algo de aire para que no se sequen.
- También se puede crear el propio conservador con una bolsa de papel. Colocarlo dentro los ajos, cerrarla y mantenerla en un sitio seco.
El portal elespanol.com señala: “Otra alternativa consiste en preparar los ajos en conserva. Aunque esta opción no preserva el ajo en su estado natural, es una técnica efectiva para prolongar su vida útil”.
Para llevar a cabo este proceso, es necesario limpiar los dientes de ajo y cocerlos hasta que estén blandos. Posteriormente, se pueden sumergir en un recipiente lleno de aceite de oliva, lo que permite que se conserven por más tiempo sin deteriorarse.
¿Los ajos pueden congelarse?
Efectivamente, los ajos pueden congelarse, pero es esencial pelarlos previamente para evitar la formación de cristales de hielo en su interior. Un método eficaz es envolver los ajos pelados en papel de cocina y colocarlos en un recipiente hermético antes de introducirlos en el congelador.
De esta manera, se pueden utilizar según las necesidades surjan. Es importante tener en cuenta que, después de aproximadamente dos meses en el congelador, los ajos comenzarán a perder su aroma y propiedades, por lo que se recomienda consumirlos antes de este período para aprovechar al máximo sus beneficios.
“El ajo fresco es altamente susceptible a la descomposición, lo que hace que su vida útil sea limitada. No obstante, la cabeza de ajo seca se ha utilizado históricamente para prolongar su conservación durante períodos significativamente más largos. Una opción moderna para preservar los ajos frescos implica su congelación, lo que permite mantener su sabor y frescura”, así lo reveló cocinafacil.com.mx.
Existen varios métodos de congelación entre los cuales elegir, dependiendo de las preferencias y necesidades individuales. A continuación, se presentan los métodos de congelación más comúnmente utilizados para conservar el ajo.
1. Dados
En primer lugar, es importante separar los dientes de ajo de la cabeza individualmente. Posteriormente, cortar los extremos de cada diente y pelarlos para prepararlos para el proceso de congelación. Luego, se deben picar los dientes de ajo lo más pequeño posible y colocar el ajo picado en un cuadrado de papel film.
Para hacer esto, se coloca el ajo picado en el centro del papel y se doblan ambos lados del film para cubrir el ajo. Luego, se levanta el extremo de plástico más cercano al ajo y se enrolla sobre el ajo picado hasta llegar al final del papel.
A continuación, se envuelve el ajo en el papel film y se coloca en una bolsa de plástico bien cerrada antes de ser almacenado en el congelador. Este método asegura que el ajo se conserve fresco y listo para su uso cuando sea necesario.
2. Entero
Para preservar los ajos enteros en el congelador, el primer paso es separar los dientes de la cabeza de ajos, asegurándose de dejar la piel intacta en cada uno de ellos. Luego, se debe cortar un pedazo grande de film de plástico y extenderlo sobre la superficie de trabajo de la cocina.
Posteriormente, los dientes de ajo sin pelar se colocan en el centro del plástico y se doblan los lados sobre ellos, siguiendo el extremo más cercano. Cada ajo se enrolla cuidadosamente en el plástico hasta llegar al final del mismo. Una vez envueltos, los dientes de ajo se colocan en una bolsa hermética y se guardan en el congelador. Este método asegura que los ajos se mantengan frescos y listos para usar cuando sea necesario.
3. Puré
Según informó comoconservar.org, “otra opción para conservar los ajos en el congelador es transformarlos en puré. Para ello, se comienza separando los dientes de ajo de una cabeza y se cortan los extremos para facilitar el pelado”.
Estos dientes de ajo, una vez pelados, se colocan en una batidora o robot de cocina junto con media taza de aceite de oliva y se procesan hasta obtener un puré homogéneo.
Luego, el puré se coloca en una bolsa de plástico, asegurándose de eliminar el exceso de aire antes de cerrarla para que se pueda enrollar alrededor del puré de ajo. Para evitar que el olor del ajo se mezcle con otros alimentos en el congelador, se coloca la bolsa dentro de otra bolsa de plástico hermética. Este método proporciona una forma conveniente y fácil de tener puré de ajo listo para usar en diversas preparaciones culinarias.