CÓMO
¿Cómo se debe lavar un pescado congelado para evitar enfermedades estomacales?
Se debe tener cuidado al momento de alistar este tipo de alimentos para consumir.
El pescado es una fuente valiosa de proteínas y nutrientes esenciales, pero también puede ser portador de bacterias y parásitos que pueden causar enfermedades estomacales si no se maneja y lava adecuadamente.
Lavar un pescado congelado es una parte esencial de la preparación para cocinarlo y consumirlo de manera segura.
Es relevante tener mucho cuidado cuando se alista este tipo de alimentos para consumir, por lo que hay un paso a paso a seguir sobre cómo lavarlo de manera efectiva para minimizar los riesgos de enfermedades estomacales. Es fundamental tener en cuenta el tiempo que lleva el pescado en el congelador o la cantidad de días desde que se compró.
Esta lista de trucos es acertada para prevenir malestares digestivos y así llevar una rutina saludable, lejos de afecciones o situaciones incómodas con el cuerpo.
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Paso a paso para lavar un pescado congelado de manera segura
Descongelación segura
Antes de lavar el pescado congelado, es importante descongelarlo de manera segura. La mejor forma de hacerlo es en el refrigerador, colocándolo en un recipiente cubierto y dejándolo en este espacio durante la noche.
La descongelación lenta en el refrigerador es la más segura, ya que evita que las bacterias se reproduzcan a temperaturas cálidas. No descongele el pescado a temperatura ambiente, ya que esto puede permitir que las bacterias se multipliquen rápidamente.
Lavado de manos
Previo a manipular cualquier alimento, incluyendo el pescado congelado, asegúrese de lavar sus manos minuciosamente con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayudará a prevenir la transferencia de gérmenes y bacterias a través de sus manos.
Lavado del pescado
Una vez que el pescado esté descongelado, enjuáguelo bajo agua fría corriente. Revise que la temperatura sea la adecuada, ya que si está caliente puede promover el crecimiento bacteriano. Lave el producto con suavidad, asegurándose de eliminar cualquier hielo residual o escamas.
Utiliza un recipiente limpio
Lave y desinfecte un recipiente o tabla de cortar antes de colocar el pescado en él. Esto previene la contaminación cruzada. Siempre haga uso de una superficie limpia y utensilios para manipular el pescado descongelado.
Retire las vísceras y escamas
Dependiendo del tipo de pescado que esté preparando, es posible que deba retirar las vísceras y escamas antes de cocinarlo. Utilice un cuchillo afilado y limpio para hacerlo con cuidado.
Las vísceras y escamas son áreas donde las bacterias suelen acumularse, por lo que su eliminación es importante para evitar enfermedades.
Enjuagar nuevamente
Después de retirar las vísceras y escamas, enjuague el pescado nuevamente bajo agua fría. Sea preciso con eliminar cualquier resto de vísceras y escamas que puedan haber quedado.
Secado
Una vez que haya enjuagado el pescado, séquelo con cuidado con toallas de papel limpias. Esto ayuda a eliminar la humedad, que puede ser un caldo de cultivo para las bacterias.
Almacenamiento seguro
Si no planea cocinar el pescado de inmediato, guárdelo en un recipiente hermético en el refrigerador a una temperatura segura (por debajo de 4°C o 40°F). No deje el pescado fuera del refrigerador durante mucho tiempo, ya que esto puede permitir que las bacterias crezcan.
Consejos adicionales para la seguridad al manipular pescado congelado
Utilizar utensilios limpios
Importante utilizar utensilios de cocina limpios y desinfectados al manipular el pescado congelado. Esto incluye cuchillos, tablas de cortar, platos y cualquier otro utensilio que esté a la mano.
Evita el contacto cruzado
Para prevenir la contaminación cruzada, no ponga el pescado descongelado en contacto directo con otros alimentos crudos, como frutas, verduras o carne. Mantenga los alimentos separados para evitar la transferencia de bacterias.
Cocción completa
Cocine el pescado a una temperatura segura para garantizar que se mate cualquier bacteria presente. La temperatura interna del pescado debe alcanzar al menos los 63°C (145°F) para que sea seguro para el consumo.
Lavado de superficies
Limpie y desinfecte todas las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con el pescado antes de usarlos para preparar otros alimentos.