¿Cómo usar el tomillo para evitar que las polillas entren en la casa?

El tomillo es una planta aromática originaria del norte de África y el Mediterráneo bastante conocida en el mundo por el uso que se le da como condimento en la gastronomía, sin embargo, más allá de su función culinaria, es una hierba que se destaca porque tiene varias propiedades medicinales que funcionan para tratar cólicos, dolores de estómago o gases, entre otros malestares.

A esto se suman los diversos usos que ha tenido a lo largo de la historia de la humanidad, por ejemplo, cuando los antiguos egipcios la usaban para embalsamar, en sus baños de sanación como una planta “milagrosa” o como aromatizante en sus templos, atribuyéndole poderes para curar enfermedades respiratorias e intestinales.

Como si fuera poco, el tomillo se ha convertido en una excelente alternativa como insecticida y su aceite esencial desde hace siglos es valorado por la industria cosmética.

Por lo general, entre las composiciones de su aceite siempre tiene el timol y el carvacrol, que son claves en su olor. Además, contiene taninos, saponósidos, flavonoides, ácidos fenólicos, luteolina, eriodictol, timonina y más propiedades se lo convierten en un antibiótico, antibacteriano, antivírico, antiinflamatorio y expectorante perfecto para aliviar algunas complicaciones de salud.

También funciona como digestivo natural, antioxidante, analgésico, antiséptico, antifúngico y diurético, evitando la formación de gases, espasmos intestinales y gástricos, siendo el principal recomendado durante el periodo menstrual para las mujeres.

El poder del tomillo como insecticida

Gracias a que posee un alto poder antibacteriano, esta planta sirve para la prevención del desarrollo de microorganismos y lo mejor, sin dejar rastros químicos en el organismo receptor. En el caso de las polillas suele ser muy usado pese a que este tipo de insectos no pican, pero sí son catalogados como una plaga incómoda para las personas debido a que se apropian de la ropa, escondiéndose en muebles de madera, armarios y demás espacios similares mientras se comen los tejidos.

De hecho, hace parte de una larga lista de remedios caseros que funcionan muy bien a la hora de eliminar polillas. Para usarlo como repelente lo único que se debe hacer es mezclar con hojas de romero, menta o eucalipto y unos clavos de olor.

Luego, se muelen todos los ingredientes y se distribuyen en un recipiente o en bolsitas para colocar en los armarios u otros objetos donde se considera que la presencia de estos insectos es permanente.

Otras plantas que sirven para eliminar polillas en casa son Lavanda, que además ofrece un aroma ideal para colocar en cualquier espacio o la naranja y el limón, ya que las cáscaras de estos cítricos también pueden colocarse en bolsitas y de este modo alejar a estos insectos de armarios o de la cocina.

El cedro es otra planta potente para acabar con esta plaga, aunque puede resultar complicado ponerlo en casa debido a sus características, pues es un tronco grueso en forma piramidal, con ramas horizontales y persistentes hojas casi punzantes.