Cómo
Con esta técnica, aprenda a calmar una persona enfadada en menos de dos minutos
La ira puede afectar no solo las relaciones personales, sino también la salud.
La ira es una emoción normal, incluso saludable, pero es importante lidiar con ella de manera positiva, pues cuando esta se descontrola puede dañar la salud y las relaciones interpersonales, indica el instituto de investigación Mayo Clinic.
Hoy las personas habitan en un mundo cada vez más dividido y por ello no es raro encontrarse con unas más agresivas que otras o enfrentar confrontaciones, que en muchas oportunidades se presentan por razones menores.
Por fortuna, existen herramientas que ayudan a transformar esas situaciones de conflicto en diálogos calmados y sin violencia. Esto es precisamente lo que plantea el experto en resolución de conflictos estadounidense Douglas E. Noll, en su libro “Desescalar: Cómo calmar a una persona furiosa en menos de 90 segundos”, en el que, basado en hallazgos en neurociencia, plantea un sencillo método que ayuda a disipar conflictos, cultivar relaciones más sanas y tener convivencias más saludables.
En su publicación, Noll explica que, de acuerdo con las investigaciones en neurociencia, los comportamientos de las personas surgen en el cerebro 750 milisegundos antes de ser consciente siquiera de ello, además de que los individuos son seres emocionales y no racionales, un aspecto que es determinante en estos casos.
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De acuerdo con lo plasmado en el libro, cada decisión, cada comportamiento y cada acción se basa en la emoción, no en el pensamiento racional. “Por eso enseño que no se puede resolver un problema emocional con lógica y racionalidad. Debe usar herramientas emocionales para resolver problemas emocionales, como la ira”, precisa el experto en el diario La Razón.
Para Noll, cuando una persona experimenta ira, los circuitos emocionales en el cerebro abruman la función ejecutiva (corteza prefrontal) y se recurre a la programación aprendida en la primera infancia.
“Los desencadenantes son respuestas aprendidas, automáticas e inconscientes a señales o recuerdos ambientales. Los esquemas de ira se desarrollan como un medio de protección contra las amenazas físicas. Sin embargo, el cerebro tiene dificultades para distinguir entre amenazas físicas y amenazas sociales. Por lo tanto, una amenaza social puede desencadenar el mismo tipo de ira que una amenaza física y provocar la misma respuesta violenta”, precisa el experto en el mencionado medio.
El experto describe la técnica para desescalar y calmar a una persona en menos de dos minutos en tres sencillos pasos:
- Ignorar las palabras. Es muy probable que el interlocutor diga cosas hirientes y feas y las emociones de quien recibe esta información tomen el control; por eso lo primero hay que hacer es evitar que eso suceda, ignorando para ello las palabras y centrándose en las emociones de quien las dice, pues esto permitirá tomar el control de la situación.
- Descubrir la experiencia emocional. No hace falta ser un experto para reconocer en la otra persona emociones como la ira, el asco, la vergüenza o el miedo y por ello es clave identificar y etiquetar, para poder calmar y resolver el conflicto.
- Usar frases en segunda persona. Si se quiere calmar al interlocutor, el discurso no puede centrarse en la persona misma sino en el otro y para ello se deben usar frases que demuestren que se están entendiendo sus emociones, escuchando de manera activa y usando la empatía para poner en las palabras la emoción de la otra persona como, por ejemplo, “creo que sientes muy enojado”. Centrar la atención en lo que vive el otro ayudará a que se calme.