Cómo
¿Con qué frecuencia se deberían lavar las sábanas y las toallas?
El sol y el aire son complementos importantes para un buen secado.
La habitación alberga uno de los muebles más utilizados, sin duda, por las personas: la cama, la cual requiere de diferentes elementos que ayudan a tener un buen descanso como las sábanas, almohadas y cobijas. Sin embargo, la limpieza es importante y no debe pasar desapercibida.
Es importante mantener limpio y en constante cambio no solo la alcoba, sino también los elementos que hay dentro de ella, ayudando a que el flujo de olores, energías y espacios sea mejor. De hecho, uno de los problemas que más afecta las camas son las bacterias, ácaros y suciedad.
Por su parte, las toallas de algodón u otros materiales absorbentes y suaves, como el bambú o la microfibra son diseñadas para secar la piel después del baño, la ducha o cualquier actividad que implique mojarse; precisamente por su uso constante, es importante tener una buena higiene de estas prendas.
¿Cada cuánto se deberían lavar las sábanas y las toallas?
Según una encuesta hecha por la revista Women’s Health, citado en un artículo de Mejor con Salud, el 16 % de las mujeres encuestadas reconoció que sólo cambiaban las sábanas una vez al mes y una tercera parte no cambiaba ni limpiaba nunca las almohadas. A lo anterior se suman los edredones y las colchas que aceptaron lavarse una vez al año, justo cuando cambia la temporada y empieza el calor.
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No obstante, la encuesta reveló que dos de las más beneficiadas son las sábanas y las toallas, ya que muchos aseguraron que eran cambiadas una vez al mes o cada 21 días. Por lo que el director de microbiología clínica del centro médico Langone de Nueva York dio a conocer cada cuánto es lo apropiado para lavar las sábanas y toallas.
“Como mínimo, las sábanas se deben lavar una vez a la semana. Esta frecuencia de lavado debería ser mayor en el caso de que alguien de la familia estuviera enfermo, se duerma desnudo o si las temperaturas fueran muy elevadas”, aseguró Mejor con Salud.
A veces, las sábanas mismas le dirán cuándo es hora de lavarlas. Si nota un olor persistente, manchas visibles o una textura áspera, estas son señales evidentes de que necesitan una renovación. No espere a que estos signos sean evidentes; establecer un programa regular de lavado puede prevenir problemas antes de que aparezcan.