Cómo
¿Cuál es la postura correcta para sentarse frente al computador?
Es posible evitar molestias, dolores e incluso lesiones en diversas partes del cuerpo con una buena postura.
Es clave siempre mantener una buena postura mientras se está frente al computador, no solo porque trasmite una imagen agradable de la persona, sino además porque evita problemas de salud, como por ejemplo dolencias en la cabeza, espalda, cuello, rodilla, cadera, pies y mandíbula, y algunas otras afecciones respiratorias y musculares.
No encorvarse o sentarse mal frente al escritorio es prudente para el bienestar general, motivo por el que se pueden poner en práctica una serie de ejercicios para mejorar la postura corporal y con ello evitar enfermedades y dolores.
El portal del Hospital del Trabajador enlistó algunas medidas y consejos para que una persona logre una buena postura durante la jornada laboral y así evitar molestias, dolores e incluso lesiones en diversas partes de tu cuerpo:
- Para el cuello, es importante mantener la mirada siempre hacia el frente, evitando doblar el cuello; la parte superior de la pantalla debe quedar a la altura de tu línea horizontal de visión.
- Los hombros siempre deben estar relajados.
- En cuanto a los codos, se deben dejar apoyados y pegados en el cuerpo manteniendo un ángulo entre los 90° y 100°.
- Para los brazos, no se debe digitar con los brazos en suspensión.
- Los antebrazos deben estar apoyados sobre el escritorio; la silla que utilice también debe contar con un apoyabrazos.
- Las muñecas siempre deben estar relajadas, alineadas respecto al antebrazo, evitando desviaciones o posiciones no naturales.
- La espalda: debe mantener su curvatura natural y siempre apoyarla por completo en el respaldo de la silla
- Para la cadera, se debe mantener un ángulo de entre 90° a 100°, con los muslos paralelos al suelo.
- Las rodillas se deben formar un ángulo mayor a 90°, evitando flectar las piernas a la altura de la cadera.
- Los pies se deben mantener completamente apoyados sobre el piso.
- Para la vista, realizar cada cierto tiempo el ejercicio de mirar un punto lejano -por ejemplo, mirar hacia alguna ventana- por algunos segundos, así podrás relajar los músculos oculares.