¿Cuáles alimentos ayudan a mejorar la circulación y las várices en las piernas?

Tener una circulación sanguínea adecuada es fundamental para la salud general del cuerpo, especialmente para las piernas. Cuando la circulación se ve comprometida, pueden surgir problemas como las várices, que son venas dilatadas y retorcidas que usualmente se encuentran en las piernas.

Una dieta equilibrada y rica en ciertos alimentos puede ayudar a mejorar la circulación y prevenir la aparición de este tipo de venas.

Alimentos que mejoran la circulación

Frutas cítricas: Las frutas cítricas como naranjas, limones, mandarinas y pomelos son ricas en vitamina C, un nutriente esencial para la salud vascular. La vitamina C fortalece las paredes de los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Además, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y a proteger las células del daño causado por los radicales libres.

Bayas: las bayas como las fresas, los arándanos y las moras son excelentes fuentes de antioxidantes, especialmente de compuestos llamados antocianinas. Estos antioxidantes ayudan a mejorar la circulación al reducir la inflamación y fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos. Consumir bayas regularmente puede contribuir a la salud vascular y prevenir la formación de várices.

Ajo: es conocido por sus numerosos beneficios para la salud, incluido su efecto en la circulación sanguínea. Contiene compuestos sulfurosos que pueden ayudar a dilatar los vasos sanguíneos, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la presión arterial. Además, tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar el malestar asociado con las várices.

Vegetales de hoja verde: los vegetales de hoja verde como la espinaca, la acelga y el kale son ricos en compuestos como el magnesio, el ácido fólico y la vitamina K, que son importantes para la salud vascular. El magnesio ayuda a relajar los vasos sanguíneos, mejorando así la circulación. El ácido fólico y la vitamina K ayudan a prevenir la acumulación de placa en las arterias y a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.

Jengibre: es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea. Comer o beber jengibre regularmente puede ayudar a reducir la inflamación en los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo hacia las piernas. Se puede consumir fresco, en polvo o como infusión.

Pescado grasoso: los pescados grasos como el salmón, el atún y el arenque son ricos en ácidos grasos omega-3, que son conocidos por sus efectos beneficiosos para la salud cardiovascular. Los omega-3 ayudan a reducir la inflamación, a disminuir los niveles de triglicéridos en la sangre y a mejorar la circulación. Consumir pescado graso al menos dos veces por semana puede ser beneficioso para la salud vascular.

Frutos secos: los frutos secos como las nueces, las almendras y las avellanas son excelentes fuentes de grasas saludables, especialmente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Estas grasas ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”) y a mejorar la circulación sanguínea. Además, los frutos secos contienen arginina, un aminoácido que se convierte en óxido nítrico en el cuerpo, un compuesto que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a mejorar el flujo sanguíneo.

Cúrcuma: la cúrcuma es una especia con potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Contiene un compuesto llamado curcumina que puede ayudar a mejorar la circulación al reducir la inflamación en los vasos sanguíneos y mejorar la función endotelial. Se puede agregar a los alimentos o consumirla en forma de suplemento.

Chocolate negro: el chocolate negro con un alto contenido de cacao (más del 70 %) es una excelente fuente de flavonoides, antioxidantes que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea. Los flavonoides ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, a mejorar el flujo sanguíneo y a reducir la presión arterial. Sin embargo, se debe consumir con moderación debido a su contenido calórico.

Agua: mantenerse bien hidratado es esencial para una buena circulación sanguínea. El agua ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a todas las células del cuerpo, incluidas las de las piernas. Beber suficiente agua durante el día puede ayudar a prevenir la deshidratación y a mantener la sangre fluida, lo que favorece una mejor circulación.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.