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¿Cuánto tiempo dura la pasta cocida en el congelador?
Conoce por cuánto tiempo permanece en perfecto estado la pasta congelada
Cocinar la pasta y conservarla en el refrigerador para volverla a utilizar un tiempo más adelante es una costumbre que con frecuencia se practica en las casas, sin embargo, el hecho de que esté congelada no quiere decir que no tenga una caducidad, por lo que hay que fijarse hasta qué momento es apto su consumo.
¿Es aconsejable congelar la pasta?
Calcular la porción de pasta que se va a consumir para que no quede ninguna sobra es bastante difícil, por lo general, siempre queda un poco que no se va a consumir de inmediato. En ese caso lo mejor es colocarla en un recipiente y colocarla en la nevera, pero si no la va a consumir rápidamente, opte por congelarla fijándose en la fecha en la cual la metió en el congelador.
No hay que olvidar que si se deja al aire libre terminará por dañarse rápidamente, pues puede crear una serie de microorganismos que para nada son buenos para la salud. De igual manera, si la deja mucho tiempo en el congelador, los resultados pueden ser perjudiciales causando una toxiinfección.
Sin embargo, es importante que estas sobras no pasen más de dos horas a la intemperie antes de introducirse en la nevera porque es el momento en el que entran en contacto con más microorganismos.
Tendencias
Si usted nota que la pasta está pegajosa y viscosa, lo mejor es no consumirla y si le percibe algún olor desconfíe inmediatamente porque lo más probable es que ya se ha echado a perder.
¿Cuánto tiempo dura la pasta en el congelador?
La pasta debe consumirse entre 3 y 5 días después de haberla introducido en la nevera, siempre y cuando no tenga salsas, en cuyo caso durará un poco menos.
Depende de los ingredientes de cada salsa será la duración de esta, Por ejemplo, las salsas caseras se mantienen hasta 4 días en la nevera; las verduras y la carne cocinadas duran entre 3 y 4 días; el huevo, 3; la carne picada y las salchichas frescas, entre 2 y 1 día; y las elaboraciones con pescado deberíamos tomarlas, como tarde, al día siguiente de cocinarlas.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que para refrigerar o congelas una pasta hay que esperar a que se enfríe porque el agua de la condensación que se produce al almacenar un plato todavía caliente en la nevera puede ser el lugar idóneo donde pueden proliferar los microorganismos.
La pasta debe mantenerse en empaques herméticos para evitar que tenga contacto con el aire o con el frío del congelador, pues esto dañará la textura de la comida. Lo ideal es que este recipiente sea de cristal, de forma que los sabores anteriores del táper no se impregnen en la pasta. Además, déjela descongelar con tiempo suficiente cuando la vaya a volver a consumir y por ningún motivo vuélvala a meter al congelador.
Aunque las toxinas que se pueden producir por una pasta en mal estado no suelen ser mortales, es necesario tener cuidado, pues una pasta en mal estado puede causar náuseas y vómito, además de fuertes dolores estomacales.