CÓMO
¿Cuánto tiempo se puede mantener el pollo en la nevera para poder consumirlo?
El pollo es rico en fósforo, un mineral esencial que nutre a los dientes y huesos.
En muchos hogares en el mundo es común que los alimentos, entre estos el pollo crudo, permanezcan por días en la nevera listos para se preparados en cualquier momento.
De hecho, hay alimentos que sí o sí se deben conservar refrigerados, por el riego de contaminación bacteriana.
Entre estos la carne avícola que, según indicaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), se puede conservar en la nevera durante 1 o 2 días aproximadamente.
Sin embargo, en caso de que el pollo no vaya a ser consumido en pocos días, recomiendan mejor guardarlo en el congelador, teniendo en cuenta que allí estaría a una temperatura más baja. De hecho, en el portal El Español destacan que el “pollo crudo se puede conservar en el congelador hasta 9 meses. En el caso de que el pollo esté entero se puede mantener hasta por 1 año”.
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Y agrega: “si el pollo ha sido cocinado, se puede llegar a mantener en la nevera por 3 o 4 días a temperaturas inferiores a 4 °C, de esta manera, las bacterias tienden a crecer más lentamente. En el caso de ponerlo en el congelador, podrá mantenerse de 2 a 6 meses”.
No obstante, sin importar el tiempo, siempre será clave verificar el estado de la carne de pollo crudo. Es decir, analizar los cambios de color, el olor, y las posibles alteraciones en la textura que este pueda llegar a tener.
¿Cómo preparar el pollo?
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, aconseja que antes de cocinar el pollo, se revise cuidadosamente que no tenga ningún tipo de indicios de descomposición o, de ser el caso, plumas u otros contaminantes.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no se debe lavar el pollo debido al riesgo de propagar bacterias en el entorno de la cocina. En su lugar, sugiere cocinar el pollo directamente.
Por otra parte, es clave tener en cuenta que el pollo debe cocinarse a una temperatura interna segura de 74 °C (165 °F), según el CDC. Utilice un termómetro de cocina confiable para asegurarse de alcanzar esta temperatura.
Cocinar el pollo hasta que esté bien cocido garantiza que las bacterias como la salmonela y la campylobacter sean destruidas, según el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-FSIS).