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El efectivo truco casero para que el pan se mantenga blando por más tiempo
Este alimento es uno de los más consumidos en el mundo.
El pan es uno de los productos más populares y que no falta en la dieta de millones de personas. Los hay de muchos tipos: integrales, blancos, de trigo, de centeno, de maíz y germinado, entre otros, pero independiente de cuál sea, una de las principales preocupaciones de los consumidores es cómo mantenerlo fresco y evitar que se endurezca en poco tiempo.
En torno a este producto se han tejido todo tipo de mitos que han llevado a que muchas personas lo excluyan de su alimentación diaria. Uno de los principales está relacionado con que se trata de un alimento que engorda y por ello hay quienes lo evitan para no subir de peso.
Sin embargo, expertos coinciden en indicar que esta es una apreciación falsa y que lo que puede incidir es la cantidad y la forma como se consume, así como sus características y los ingredientes con los que haya sido elaborado.
Teniendo esto claro es importante saber de qué manera puede conservarse fresco y blando, pues es muy común que en poco tiempo se endurezca, perdiendo su contextura e incluso su sabor.
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Así se puede mantener fresco el pan
Se dice que para alargar la vida útil del pan debe conservarse a temperatura ambiente, en un lugar seco, resguardado del sol y almacenado en una bolsa de papel o tela, ya que estos materiales le permiten respirar y conservar su humedad, contrario a lo que sucede con las plásticas. Todo esto ayudará a que tarde más tiempo en ponerse duro.
Así mismo, según el portal El Mueble, las paneras son otra buena manera de conservar este alimento porque lo resguardan de la luz y permiten que esté ligeramente ventilado sin poner en peligro su nivel de humedad, igual que las bolsas de papel y tela.
Sin embargo, lo aconsejable es que la panera sea de madera. Las de plástico no dejan transpirar lo suficiente el producto y este acabaría perdiendo su condición original rápidamente. Hay que decir que existen paneras de madera de muchos tipos y estilos que resultan muy decorativas, además de ser prácticas.
No al refrigerador, sí al congelador
Una de las recomendaciones es no meter el pan en el refrigerador, pues si bien es cierto que el frío puede alargar la vida de estos alimentos, también es claro que es posible que cambie mucho su textura, ya que tenderán a resecarse.
Sin embargo, sí es aconsejable ponerlo en el congelador y para ello lo más conveniente es cortarlo en rebanadas que se puedan ir sacando a medida que se requiere. Los panes pequeños también se pueden conservar enteros en esta parte de la nevera. En este caso las bolsas de plástico sí son recomendadas, pero lo ideal es poner el pan en recipientes herméticos.
Para descongelarlo y volver a disfrutar de su aroma y textura, lo ideal es hacer como con el resto de alimentos, pasarlos al refrigerador durante unas horas antes de consumirlos.