Cómo
El motivo por el cual nunca se debe usar bicarbonato para quitar el sarro de los dientes
Las consecuencias del uso inadecuado de este producto pueden ser graves y generar fuertes contraindicaciones.
El cuidado dental es una parte fundamental de la salud general, y mantener los dientes limpios y libres de sarro es esencial para prevenir problemas bucales graves. El sarro es una acumulación de placa bacteriana que se endurece con el tiempo y solo puede ser eliminado mediante una limpieza profesional. Sin embargo, en muchas ocasiones, se recurren a métodos caseros y remedios populares para intentar combatir este problema, siendo uno de los más comunes el uso del bicarbonato de sodio.
Aunque este producto es conocido por sus propiedades abrasivas y su capacidad para eliminar manchas superficiales, su uso para eliminar el sarro puede resultar contraproducente.
A pesar de la amplia difusión de este remedio casero, los dentistas advierten sobre los riesgos asociados al uso de bicarbonato de sodio para limpiar los dientes. Aunque algunos consideran que este producto es una solución económica y accesible para mantener los dientes blancos y limpios, las consecuencias de su uso inadecuado pueden ser graves.
¿Por qué no se debe usar bicarbonato para lavarse los dientes?
El bicarbonato de sodio es un compuesto alcalino conocido por sus propiedades abrasivas suaves, lo que lo convierte en un ingrediente popular en muchos productos de limpieza y de higiene personal. Por esta razón, algunas personas recurren al bicarbonato de sodio con la esperanza de que, al frotarlo sobre los dientes, puedan eliminar el sarro y la placa bacteriana.
Si bien es cierto que el bicarbonato tiene cierto poder abrasivo que puede ayudar a eliminar manchas superficiales en los dientes, esto no significa que sea eficaz para eliminar el sarro.
El sarro es una sustancia dura y adherente que se forma bajo la superficie de la placa, por lo que, para eliminarlo, es necesario un procedimiento más intensivo que un simple cepillado con bicarbonato.
Aunque el bicarbonato puede ayudar a eliminar algo de la placa que aún no se ha mineralizado, no tiene la capacidad de eliminar el sarro ya formado, ya que este está firmemente adherido a los dientes y solo puede ser eliminado mediante técnicas profesionales, como el raspado dental o la limpieza profunda realizada por un dentista o higienista dental.
El riesgo de dañar el esmalte dental
Uno de los principales problemas de usar bicarbonato de sodio para intentar quitar el sarro es el daño que puede causar al esmalte dental. El bicarbonato de sodio es abrasivo, y cuando se utiliza con demasiada frecuencia o con una presión excesiva, puede desgastar el esmalte de los dientes.
El esmalte dental es la capa más externa y protectora de los dientes, y su función es proteger las capas internas del diente de los daños, las caries y la sensibilidad dental.
Cuando el esmalte se desgasta debido a la abrasividad del bicarbonato, los dientes pueden volverse más sensibles al frío, al calor y a ciertos alimentos. Además, la pérdida de esmalte puede hacer que los dientes se vean más amarillos, ya que la dentina, que es la capa subyacente de los dientes, tiene un tono más oscuro.
A largo plazo, el uso repetido de bicarbonato para tratar de eliminar el sarro puede contribuir a la erosión del esmalte y aumentar la vulnerabilidad de los dientes a las caries y otras enfermedades dentales.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.