Cómo
El producto casero que se puede usar para quitar el mal olor de las alfombras
Con ingredientes caseros se pueden mantener estos accesorios como nuevos.
Mantener una alfombra limpia no es tarea fácil. Este accesorio de las casas y apartamentos, con frecuencia se expone a bebidas que se riegan, manchas y hasta orines de las mascotas, entre muchas, otras cosas. Esto hace que se ensucien y vayan acumulando malos olores, que en ocasiones son difíciles de eliminar.
Si bien existen muchos productos comerciales que resultan muy útiles a la hora de mantener limpios los tapetes, lo cierto es que también es posible “echar mano” de algunos caseros que resultan efectivos y contribuyen en el proceso de cuidarlos.
Uno de los mayores propósitos es quitar el mal olor de estos elementos y para ello el mejor producto casero es el bicarbonato de sodio, un ingrediente de cocina que es muy usado con diferentes propósitos y que en este caso no es la excepción.
Lo primero que se debe hacer es aspirar la alfombra con la idea de retirar todo el polvo, restos de fibras y pelos de mascota, entre otros. Posteriormente, se procede a utilizar el bicarbonato que puede usarse de diferentes formas.
Tendencias
Se esparce este producto por toda la alfombra y si, además, se quiere que esta quede perfumada, se añaden unas gotas de aceite esencial al bicarbonato antes de echarlo sobre la alfombra. El portal Hogarmanía explica que luego de surtido este paso se deja actuar la mezcla durante al menos tres horas y cuanto más tiempo se deje, más olores absorberá. Después, se vuelve a pasar la aspiradora y se retira todo el bicarbonato.
Otras formas
Pero el bicarbonato también puede mezclarse con otros ingredientes caseros con el fin de obtener mejores resultados y que las alfombras queden como nuevas. Se puede juntar, por ejemplo, con sal, un producto que tiene propiedades que la hacen muy valiosa en la limpieza, pues ayuda a blanquear los tejidos, quita los malos olores y también absorbe la humedad. Para aplicar esta mezcla se pueden tener en cuenta los siguientes pasos, según el portal El Mueble.
- Aspirar la alfombra
- En un recipiente, mezclar un poco de bicarbonato de sodio con sal.
- Se espolvorea la alfombra con la mezcla de bicarbonato y sal.
- Después de espolvorear, se rocía la zona afectada con agua fría que se pone en un pulverizador. La alfombra debe quedar bastante húmeda, pero no empapada.
- A continuación, se frota bien con un cepillo para que el bicarbonato penetre en las fibras de la alfombra. Es recomendable hacerlo en la dirección de las fibras para no romperlas.
- Después, se quita lo que se haya desprendido con un trapo seco.
- Luego, se deja que la alfombra se seque al aire libre. Al día siguiente, se usa un aspirador para eliminar los restos de bicarbonato y sal que se hayan quedado enredados en las fibras.
- Una vez surtido este trámite se evidenciará cómo la alfombra huele mejor y tiene un aspecto renovado y sin manchas.