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El truco que usan los hoteles para quitar las manchas amarillas de las almohadas
La manchas de las almohadas ya no serán un dolor de cabeza
Las almohadas son fundamentales para tener un buen descanso, por lo que siempre deben estar en muy buenas condiciones.
Uno de los aspectos a tener en cuenta consiste en la limpieza. Es necesario que el sitio en el cual se descansa esté libre de suciedad, sin embargo, las famosas manchas amarillas que se forman en ellas, no siempre son tan fáciles de remover como se quisiera.
El mejor consejo para que su almohada vuelva a su color original
Una buena almohada es la compañera ideal para lograr descansar bien y por eso es importante que esté siempre en las mejores condiciones.
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Como siempre está en contacto con la cabeza y con el rostro de las personas, es necesario mantenerlas limpias para que los ácaros no se apoderen de ella sin que las personas se den cuenta.
Además, el sudor, la saliva, los residuos de tintes y maquillaje, hacen una mezcla que termina por percudir las almohadas. Entonces, aparecen esas manchas amarillas que le dan un aspecto viejo a su almohada.
Es cuando se hace necesario tener una buena higiene y con este tip podrá dejar las almohadas libres de manchas.
El tip que usan los hoteles de lujo para eliminar las manchas amarillas de las almohadas
Para eliminar las manchas amarillas, el portal diariouno.com.ar, hace referencia a los siguiente truco:
Ingredientes:
- 1 taza de agua
- 1/2 de agua oxigenada volumen 30
- 1 cucharadita de detergente
- Bicarbonato de sodio
Procedimiento:
En una botella con atomizador agregue el agua, el detergente y el agua oxigenada. Mezcle bien todos los ingredientes y luego rocíela sobre las manchas amarillentas de las almohadas.
Terminado este proceso, espolvoree un poco de bicarbonato de sodio y deje actuar por unos 15 minutos. Luego, frote la la zona con un cepillo de cerdas suaves y retire con un trapo húmedo y limpio el excedente.
Además de poner en práctica este consejo, tenga en cuenta que lo mejor es lavar las almohadas una o dos veces al año. Recuerde que con el tiempo las superficies de las almohadas acumulan restos de sudor, sebo y células muertas de la piel y microorganismos como bacterias o ácaros, por lo que se tienen que lavar y no solo las fundas.
De esta forma se evitará la aparición de alergias en la piel e irritaciones. Además se recomienda acostarse con la piel bien limpia y cambiar la funda por lo menos una vez a la semana.