Cómo
¿En dónde poner la planta de lavanda para atraer abundancia y alejar malas energías?
Esta es una planta muy usada en aromaterapias.
La lavanda es una planta de la cual con frecuencia se escucha hablar. Se caracteriza por su olor aromático y propiedades relajantes. Con frecuencia se usa para tratar padecimientos de ansiedad, depresión, mala digestión o incluso para hacerle frente a la picadura de insectos en la piel, debido a sus propiedades relajantes, calmantes, antiespasmódicas, analgésicas y antidepresivas.
Su nombre científico es lavandulae, que proviene del verbo latino lavare, porque la flor de esta planta ayuda a lavar las heridas tanto físicas como emocionales. Su aroma ha hecho que se utilice con frecuencia en procesos de aromaterapia. Hay partes del mundo en las que esta planta es utilizada para elaborar perfumes y aguas de colonia, pero también como ambientador y para ahuyentar los insectos.
Sus flores son la materia prima para la producción del aceite esencial, que es utilizado para tratar diversas afecciones como las quemaduras o las heridas en la piel, precisa el portal Hogarmanía.
El poder energético de la lavanda
Lo más leído
La revista Architectural Digest, indica que de acuerdo con la filosofía del feng shui, la lavanda es una de las plantas que atrae la buena fortuna en casa y, por ello, si se coloca a las afueras del hogar, justo en la puerta se puede tener para absorber el sol, el agua y las malas energías.
Sin embargo, si se quieren obtener otros beneficios lo recomendable es ponerla justo detrás de la puerta principal. De igual forma, se puede colocar en una maceta a un costado de la misma. Se dice que de cualquiera de estas formas actuará como filtro energético alejando las malas vibras que pueden ingresar desde el exterior, y potenciará las energías para atraer la abundancia y la buena suerte a la vivienda, alejando las malas vibras.
¿Qué cuidados tener con esta planta?
Esta es una planta resistente, pero se requiere regarla con alguna frecuencia. En verano, lo mejor es aplicar agua una vez por semana, pero siempre hay que estar pendiente de que la tierra esté seca para no encharcar las raíces. En cambio, durante los meses de frío se puede espaciar el riego para evitar que las raíces cojan humedad. Cuando se lleva a cabo este proceso es recomendable no mojar las ramas y las flores para que no se creen hongos.
El portal El Mueble indica que esta es una planta perenne, lo que significa que puede vivir durante muchos años si se cuida adecuadamente. La duración de su vida depende de la variedad, la calidad del suelo y los cuidados que se le proporcionen. Algunas variedades de lavanda pueden durar hasta 15 años, mientras que otras tienen una vida útil más corta.