Cómo
Esta es la temperatura ideal que debería tener una nevera para alargar la vida de sus alimentos
Al adoptar prácticas inteligentes y científicamente fundamentadas, es posible extender la vida útil de los alimentos.
En la frenética danza de la vida moderna, la nevera se erige como el guardián silencioso de los alimentos. Sin embargo, ¿cuántos realmente comprenden la temperatura óptima para preservar la frescura y la calidad nutricional de lo que se guarda en el interior?
Por lo anterior, la ciencia detrás de la temperatura ideal en la nevera y cómo puede desempeñar un papel fundamental en la prolongación de la vida útil de nuestros alimentos.
¿Por qué la temperatura importa?
La eficacia de una nevera no solo radica en su capacidad para mantener los alimentos frescos, sino en su capacidad para ralentizar los procesos biológicos que contribuyen a la descomposición. La temperatura es un factor crucial en esta ecuación.
Investigaciones científicas han revelado que la mayoría de los alimentos perecederos prosperan en un rango de temperatura específico que inhibe el crecimiento de bacterias y hongos responsables de la descomposición.
El refrigerador moderno promedio permite ajustar la temperatura, pero ¿cuál es el valor exacto para maximizar la frescura y prolongar la vida útil de los alimentos? Expertos en salud y seguridad alimentaria sostienen que mantener una temperatura interna constante de 4 grados Celsius (aproximadamente 39.2 grados Fahrenheit) es ideal. A esta temperatura, se ralentizan los procesos de descomposición, se minimiza la proliferación de bacterias y se preservan las características organolépticas de los alimentos.
La organización del interior de la nevera también desempeña un papel esencial en la conservación de los alimentos. Algunos alimentos emiten gases que pueden acelerar la maduración y descomposición de otros. Por ejemplo, las manzanas y los plátanos producen etileno, un gas que puede afectar negativamente a frutas y verduras cercanas. Entender estos procesos puede ayudar a optimizar el almacenamiento y prevenir el desperdicio de alimentos.
Además, es crucial respetar las zonas de temperatura en el interior de la nevera. Los estantes superiores suelen ser más fríos, mientras que los inferiores son más cálidos. La puerta es la zona más cálida y es ideal para productos más estables, como condimentos y bebidas. Aprender a utilizar estas áreas de manera eficiente puede marcar la diferencia entre alimentos frescos y un menú de desperdicio.
La congelación es una herramienta invaluable para prolongar la vida útil de muchos alimentos, pero es importante hacerlo correctamente. La creencia popular de que congelar alimentos detiene completamente su deterioro no es del todo precisa. Mientras que la congelación puede inactivar enzimas y bacterias, algunos alimentos pueden sufrir cambios en textura y sabor debido a la formación de cristales de hielo.
La temperatura ideal para un congelador se sitúa alrededor de -18 grados Celsius (aproximadamente 0 grados Fahrenheit). Mantener un congelador a esta temperatura ayuda a preservar la calidad de los alimentos y a prevenir la proliferación de bacterias.
Sin embargo, la descongelación también es un aspecto clave: hacerlo gradualmente en el refrigerador en lugar de a temperatura ambiente ayuda a mantener la integridad de los alimentos.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.