Cómo
Esto decía la Virgen de Fátima sobre el infierno
El 13 de mayo 13 de mayo del año 1917, se presentó la Virgen a tres pastorcitos pobres y su aparición reveló secretos que aún no han sido revelados
Cada 13 de mayo, cientos de personas se reúnen para celebrar el día de la Virgen de Fátima, un momento lleno de maravilla, solemnidad y misterio que año tras año se conmemora en esta misma fecha.
Así, Jacinta, Francisco y Lucía, los tres pequeños pastores fueron quienes que recibieron el importante mensaje de la Virgen que cambiaría sus vidas y la de toda la humanidad.
Un mensaje desde Fátima para toda la humanidad
Lo revelado en Fátima ha cautivado a los fieles por más de un siglo. La Virgen revela información sobre el infierno, y cómo las personas deben arrepentirse y convertirse, de acuerdo a lo que se dice en la página 10minconjesus.net.
Es una fuerte motivación a cambiar la forma en la que vive la humanidad para evitar el infierno y vivir de la manera en la que Dios quiere que vivan: en plena libertad, siguiendo sus mandamientos.
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También, en Fátima, la Virgen espera aumentar la devoción del mundo hacia el Inmaculado Corazón de María, la cual se hace efectiva desde el rezo diario del Rosario. Son varias las promesas de la Virgen para quienes recen el rosario a diario, por lo que muchos de sus devotos no dudan en dedicarle el tiempo a esta oración.
Un momento para pensar en el infierno
El portal Cathilic.net, la Virgen de Fátima se apareció a los pastorcitos con un mensaje fuerte en el que revelaba muchas de las atrocidades que ocurrirían en el siglo XX, entre ellas la Segunda Guerra Mundial, la persecución de los cristianos, el atentado contra la vida del Papa, entre otros.
Según narra la historia, aciprensa.com, ese día la Madre de Dios les reveló un secreto en tres partes a los pastorcitos. En la primera parte, la Virgen les mostró el infierno y les explicó cómo ayudar a los demás para que no se condenen.
“Hagan sacrificios por los pecadores, y digan seguido, especialmente cuando hagan un sacrificio: Oh Jesús, esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María”, les indicó la Virgen.
En el libro La verdadera historia de Fátima del P. John de Marchi, se relata cómo el padre de la pastorcita Jacinta, ti Marto, presenció lo ocurrido en Cova da Iría aquel día.
Recordó que “Lucía jadeó de repente horrorizada, que su rostro estaba blanco como la muerte y que todos los que estaban allí la oyeron gritar de terror frente a la Virgen Madre. Más tarde, a petición del Obispo de Leiria, Lucía describió la visión en sus “Memorias”:
“Mientras Nuestra Señora decía estas palabras, abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego (...)”.
Y continúa su relato con lo siguiente: “los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a miedosos animales desconocidos, negros y transparentes, como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente: ‘Ustedes han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores (...)”.
Luego, después de la visión, María les indicó una oración esencial para ayudar a los pecadores: “Cuando ustedes recen el Rosario, digan después de cada misterio: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita Misericordia”.