Cómo
Esto le pasa al cuerpo si se utiliza mal el aire acondicionado o se abusa de él
Es importante evitar las corrientes frías directamente sobre el cuerpo.
En épocas de calor, el aire acondicionado resulta clave para regular temperatura y tener un ambiente de bienestar en el interior de cualquier vivienda, oficina o vehículo. Sin embargo, el mal uso o el abuso de estos aparatos puede repercutir de forma negativa en la salud.
Uno de los aspectos clave a tener en cuenta, según la compañía Sanitas de España, en su página web, es que el frío no debe impactar de forma directa sobre el cuerpo y que una exposición continuada al mismo puede derivar en afecciones musculares e incluso óseas. Tampoco se debe bajar la temperatura excesivamente o tener los filtros sucios.
Este último aspecto es determinante, pues si no se limpia correctamente y se mantienen a punto los filtros, es posible que esto genere afecciones que están relacionadas con los gérmenes que se acumulan en estos accesorios.
En la lista de gérmenes está la bacteria Legionella pneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave. También es posible que en estos aparatos se acumulen hongos que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad.
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Y un aspecto importante a tener en cuenta es que hay determinadas personas que deben ser muy cuidadosas con el uso del aire acondicionado como es el caso de los pacientes que sufren de enfermedades respiratorias crónicas, los asmáticos, con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, y los niños y ancianos.
Efectos en la salud del abuso del aire acondicionado
Estos son algunos de los efectos que puede generar una mala utilización del aire acondicionado en algunas personas.
El portal Mejor con Salud indica que una de cosas negativas que causa un mal uso del aire acondicionado en el cuerpo son las infecciones virales. En este punto, un aspecto clave es en una habitación con aire acondicionado funcional, el aire viejo circula sin permitir que entre fresco.
Por lo tanto, el aire viejo fluye y es posible que transmita los virus del resfriado y la gripe, así como otras bacterias, de persona a persona. Del mismo modo, existen más posibilidades de tener una infección viral en una habitación que tiene aire acondicionado en lugar de una que no dispone de él.
De igual forma, la exposición prolongada al frío del aire acondicionado afecta también al sistema músculo-esquelético. En este caso es posible que se presenten contracturas musculares, dolores cervicales, lumbalgias, tortícolis e incluso parálisis faciales.
El aire acondicionado en exceso puede generar cefaleas y migrañas. Los dolores de cabeza son uno de los efectos secundarios más comunes de permanecer en una habitación con aire acondicionado durante mucho tiempo. Así las cosas, es importante limitar el tiempo de exposición al frío, pero sobre todo evitar que el chorro de aire incida directamente sobre el cuerpo.
La sequedad ambiental se traslada a la piel y puede originar irritaciones dérmicas o exacerbar afecciones preexistentes, como los eccemas o la dermatitis tópica.
Por último, es posible que se presente deshidratación. Como el aire acondicionado absorbe mucha humedad de la habitación y las personas descuidan el consumo de agua, esto puede provocar que al cuerpo le falte este preciado líquido.