Cómo
Estos son los riesgos para la salud de lavar el pollo antes de consumirlo
El pollo es una de las proteínas más consumidas, trae grandes beneficios para el cuerpo.
El pollo es un alimento que aporta proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fósforo, niacina y vitamina B, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
No obstante, a la hora de cocinar el pollo, muchas personas lo lavan, pero lo que no saben es que este proceso es riesgoso, ya que:
1. Puede haber una dispersión de bacterias, especialmente la salmonela y la campylobacter, puesto que cuando el chorro de agua cae sobre el pollo, las bacterias pueden caer al rededor, infectando utensilios u otros alimentos que estén cerca.
2. Ineficacia en la eliminación de bacterias: la mayoría de las bacterias no se eliminan con agua, sino con calor.
Tendencias
Por ello, lo recomendado es no lavar el pollo, y más bien cocinarlo a una temperatura interna de al menos 75 °C, pues estas altas temperaturas destruyen las bacterias que puede llegar a tener el alimento. Es más, para conocer la temperatura hay que introducir el termómetro para alimentos en el muslo para obtener la temperatura exacta.
¿Cómo eliminar el mal olor del pollo?
- Comprar pollo fresco: es recomendable comprar pollo fresco y de alta calidad en lugares de confianza.
- Almacenamiento adecuado: es importante guardar el pollo en el refrigerador a una temperatura segura (por debajo de 4 °C) y usarlo en los próximos días de comprarlo para evitar que se vuelva rancio.
- Eliminar las partes internas: en muchas oportunidades el olor desagradable está relacionado con las vísceras; por ello, es mejor retirar estas partes antes de cocinarlo.
- Marinado y especias: el marinado con hierbas, especias y condimentos puede ayudar a enmascarar cualquier olor desagradable del pollo.
- Eliminar la piel: si la piel del pollo tiene un olor desagradable, se puede quitar antes de cocinarlo, y así se elimina el mal olor.
- Limón: el ácido del limón ayuda a eliminar el mal olor del pollo y solo hay que frotarlo con zumo de limón y dejarlo reposar durante unos minutos.
- Vinagre: para eliminar el olor de pollo con vinagre hay que mezclar agua y vinagre en partes iguales. Después, se sumerge el pollo en esta mezcla durante unos minutos para, finalmente, enjuagar con agua fría antes de cocinar.
- Bicarbonato de sodio: esta sustancia se caracteriza por eliminar malos olores y bacterias, y para obtener los resultados hay que mezclar agua con bicarbonato de sodio para crear una pasta que se debe frotar; se deja reposar durante unos minutos para, finalmente, enjuagar con agua fría.
- Sal: solo hay que frotar el pollo con sal y dejarlo reposar durante unos minutos antes de cocinarlo.
- Carbón activado: algunas personas sugieren poner un trozo de carbón activado en la nevera cerca del pollo para absorber olores no deseados.