Cómo
Evangelio de hoy, miércoles 14 de agosto: “Allí estoy yo en medio de ellos”
El evangelio da las pautas para seguir el camino que Jesús vino a enseñarnos.
El mensaje de las Escrituras de hoy invita a reflexionar sobre el perdón. Cuando un hermano en la fe comete una falta contra ti, tú, sin rencor, ayúdalo, corrígelo, sin caer en habladurías.
Jesús nos enseña a comportarnos de otra manera. Esto es lo que dice hoy: “Si tu hermano comete una falta contra ti, ve y repréndelo entre tú y él a solas”.
Lecturas para hoy 14 de agosto
Lectura de la profecía de Ezequiel. Ez 9, 1-7; 10, 18-22
“En aquellos días, oí que el Señor gritaba con voz potente: ‘¡Acérquense los que van a castigar a la ciudad, empuñando cada uno su arma mortal!’.
Lo más leído
La gloria del Dios de Israel, que descansaba sobre los querubines, se elevó y se dirigió a la entrada del templo. El Señor llamó al hombre vestido de lino que llevaba en la cintura el estuche para escribir y le dijo: ‘Recorre a Jerusalén y marca con una señal en la frente a los hombres que gimen y lloran por todas las prácticas abominables que se cometen en la ciudad’.
Y oí que les dijo a los otros: ‘Recorran la ciudad detrás de él y maten sin piedad ni compasión; maten a los viejos y a los jóvenes, a las doncellas, a los niños y a las mujeres, hasta que no quede ni uno. Pero al que tenga la señal en la frente no lo toquen. Comiencen, pues, por mi santuario’.
Entonces ellos empezaron a matar a los ancianos que estaban delante del templo, y el Señor les dijo: ‘Profanen el templo; llenen sus atrios de cadáveres y salgan después a matar a los que se encuentran en la ciudad’.
Eran los mismos seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel, junto al río Kebar, y reconocí que eran los querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y unas como manos bajo las alas. Sus caras se parecían a las que yo había visto junto al río Kebar. Y todos caminaban hacia el frente.
El Evangelio de hoy agosto 14
Lectura del santo evangelio según san Mateo. Mt 18, 15-20
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano’.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá, pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos’’.