Cómo
Guía de cuidados para que los rosales siempre tengan flores frondosas
Estas plantas se adaptan a ambientes interiores y exteriores.
Las rosas son de las flores más comunes y conocidas que destacan por su belleza, sus colores y tamaños. Esta bonita planta no solo desprende una fragancia natural, sino que le da color a los jardines, ya sean interiores o exteriores.
Si bien se trata de plantas cuyos cuidados no son muy especiales, sí deben seguirse algunas recomendaciones con el fin no solo de que las plantas crezcan y se mantengan en buenas condiciones, sino que además generen muchas flores y que duren por un tiempo importante, para tener un jardín lleno de vida y muy colorido. Estos son algunos de los consejos que brinda el portal Panorama.
- Poda: Uno de los consejos clave para el cuidado de estas plantas es que se deben podar cuando terminan de dar sus flores. Se debe limpiar la mata y retirar todas aquellas hojas que están dañadas.
- Reproducción: Para realizar un nuevo rosal, se debe cortar el vástago que ya floreció, dejando una distancia de 10 dedos desde la punta de la planta. Se pone nuevamente el vástago en una maceta mediana y luego de un tiempo, el rosal volverá a dar flores. Cuando los rosales ya han florecido, se deben pasar a una maceta más grande para que puedan extender sus raíces y crezcan correctamente.
- Sustrato: El rosal necesita un sustrato rico en nutrientes. Para ello se puede optar por uno rico en materia orgánica y ligero para ofrecer un buen drenaje. Esta es una buena forma de obtener raíces saludables.
- Riego: el agua depende de si el rosal está en maceta o en el exterior. Si está en matera se debe regar cada día en verano y cada tres en invierno. En cambio, si está en el exterior, tendrá mayor humedad en la tierra y podrá estar más tiempo sin agua.
¿Cuántas horas de sol requiere un rosal?
El portal El Mueble indica que en el caso de los rosales, necesitan de una exposición soleada con un mínimo de cuatro horas, aunque todo dependerá de la variedad. Es importante tener claro si se consideran plantas de interior o de exterior.
En el caso de un rosal de exterior, de tamaño estándar, lo primero que se debe hacer a la hora de plantarlo es encontrar un lugar soleado que contribuya a la buena floración de la planta. Por ello se recomienda ubicarlo alejado y espacioso para que pueda crecer libremente tanto a lo alto como a lo ancho, sin que otra planta se lo impida.
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Los expertos aseguran que siguiendo estas recomendaciones se logra que las rosas florezcan frondosas y que su proceso de floración dure más tiempo.
Enfermedades que afectan las rosas
Estas plantas son susceptibles a enfrentar hongos y plagas y por ello se les debe hacer seguimiento para evitar que avancen. Estos son algunos de los principales enemigos.
- Oidio. Es un hongo que ataca sobre todo en primavera y otoño a los rosales que se encuentran en terrenos secos. Su apariencia es un fino polvo blanco que surge en las hojas y flores.
- Míldiu. Este hongo se reconoce por la aparición de manchas púrpuras y blanquecinas que se oscurecen hasta que cae la hoja. Suelen salir en condiciones de humedad, poco viento y temperaturas medias.
- Roya. Si el rosal empieza a presentar manchas amarillentas en el haz y abultamientos con esporas en la hoja, puede tratarse de roya. Este hongo puede provocar la caída de hojas afectadas y un debilitamiento general del rosal.