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La actividad diaria que podría causar más infelicidad que no tener empleo, según informe
Cada vez más personas realizan esta actividad en soledad y, aunque parece inofensiva, podría afectar significativamente el estado emocional.
La felicidad es un estado emocional que ocupa una de las principales búsquedas del ser humano para sentirse bien consigo mismo y su entorno. Sin embargo, es subjetiva y está influenciada por múltiples factores, desde las circunstancias externas hasta los hábitos y pensamientos diarios.
Aunque cada persona puede experimentar este concepto de una manera distinta, existen actividades y comportamientos que, según estudios y expertos, pueden afectar significativamente el bienestar emocional sin que el individuo lo note.
Una de estas actividades que se ha convertido en una tendencia preocupante en un mundo cada vez más conectado digitalmente, es el hábito de comer solo. Según datos del Informe Mundial de la Felicidad 2025, las comidas en solitario se han relacionado con niveles más bajos de satisfacción vital, estado de ánimo bajo y un aumento en las emociones negativas.
La investigación reveló que las conexiones sociales, particularmente a través de las comidas compartidas, desempeñan un papel esencial en la salud mental y emocional de las personas. De acuerdo con el informe, “compartir alimentos es un ritual social presente en diversas culturas y practicado a diario por millones de personas en todo el mundo”.
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En este contexto, el estudio encontró que las personas que comparten más comidas suelen sentirse más satisfechas con sus vidas, experimentar más emociones positivas y menos negativas, por lo que, sorprendentemente, se podría afirmar que el hábito de comer solo causa un impacto directo en la felicidad causando, incluso, más infelicidad que no tener empleo.
¿Por qué el hábito de comer solo cada vez es más común?
Según Business Insider, el aumento del hábito de comer se vincula especialmente a las personas que viven solas, pero también se asocia con cambios sociales y económicos, los horarios laborales irregulares y el trabajo remoto, aspectos que dificultan las comidas compartidas.
Cada vez hay mayor número de hogares unipersonales (70 % de quienes viven solos comen todas sus comidas en soledad), señala la fuente. Por otro lado, se cree que el uso frecuente del celular u otros dispositivos móviles puede generar una notable reducción en la interacción social de manera presencial, lo que incrementa las comidas en solitario.
A nivel mundial, la forma de compartir comidas varía: América Latina lidera en cenas sociales, con un promedio de nueve comidas compartidas por semana, mientras que el sur de Asia ocupa el último lugar con menos de cuatro, lo que pone de relieve las diferencias culturales y regionales.
En Estados Unidos se trata de una práctica que va en aumento y todo esto se relaciona con que cada vez más personas viven solas, hay familias más pequeñas, matrimonios más tardíos y una mayor independencia, especialmente entre las mujeres.
Otro dato importante que reveló el estudio es que la pandemia de Covid-19 provocó un aumento en las cenas en solitario que pese al regreso a la normalidad, las cifras de quienes realizan esta actividad diaria se han mantenido altas.
