Los cinco objetos que nunca se deben guardar debajo de la cama porque atraen energías negativas

La cama, para muchos, es un lugar sagrado dentro del hogar, un espacio íntimo donde se descansa y se recargan energías para afrontar un nuevo día. Este rincón de la habitación, personal y privado, se asocia con momentos de relajación y reposo. Es allí donde las personas pueden estar solas o compartir con quienes elijan, creando un ambiente propicio para la intimidad.

No obstante, en muchos hogares, especialmente en aquellos con espacio limitado, la cama se convierte en un lugar adicional para almacenar objetos, principalmente en su parte inferior. Es la falta de espacio la que impulsa a aprovechar cada rincón disponible para guardar artículos que no se usan con frecuencia, como ropa de temporada, cajas con recuerdos, zapatos o diversos enseres.

Este hábito también está vinculado a la necesidad de “ocultar” ciertos objetos con valor sentimental, recuerdos o pertenencias que no se desean exhibir, pero que aún conservan una significativa importancia. De esta forma, el área bajo la cama se transforma en un tipo de “almacén personal” para aquello que no necesita estar visible todo el tiempo.

Aunque este comportamiento es común, no todos los objetos son aptos para permanecer bajo la cama. Según el Feng Shui, una antigua práctica china que busca equilibrar el flujo de energía en los espacios, guardar ciertos elementos en este lugar puede afectar negativamente la calidad del sueño, la salud y el bienestar general.

Esta es la lista de los cinco objetos que, según el Feng Shui, deben evitarse debajo de la cama:

• Ropa sucia o artículos personales usados
• Zapatos
• Dispositivos tecnológicos
• Cajas o papeles desorganizados
• Artículos rotos o dañados

Para esta tradición, estos objetos representan energía estancada o negativa, lo cual interfiere con el flujo de energía positiva en el entorno. En particular, se consideran un reflejo de desorden y falta de higiene, factores que pueden incidir en el bienestar emocional y físico de las personas.

Además, acumular objetos en mal estado debajo de la cama puede generar tensiones emocionales, estrés y hasta problemas de salud a largo plazo. Este desorden puede simbolizar una sensación de no “cerrar ciclos” en la vida, lo que agrava aún más el impacto en el bienestar personal.

Para aprovechar de manera óptima este espacio, se recomienda mantenerlo libre de objetos innecesarios y evitar aquellos que bloqueen el flujo de energía o que posean una carga emocional negativa. Un entorno limpio, ordenado y armonioso bajo la cama no solo favorecerá un descanso reparador, sino que también contribuirá a revitalizar la energía vital y a crear un hogar más equilibrado.