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Los hábitos atómicos para lograr cualquier objetivo
Los objetivos personales son metas o deseos a corto, mediano o largo plazo.
Los hábitos atómicos son aquellos que están orientados a transformar pequeñas costumbres cotidianas para cambiar la vida y mejorarla. En tal sentido, el adoptar hábitos atómicos puede hacer que un proceso personal sea más manejable y efectivo a largo plazo.
En el portal La Vida Lúcida resaltan cinco hábitos atómicos que consideran resultan claves para que el ser humano alcance cualquier objetivo. Estos son:
1. Llevar a cabo los objetivos con consistencia y persistencia
En el portal citado anteriormente, mencionan que tanto la consistencia como la persistencia, son fundamentales para que una persona logre un objetivo a largo plazo.
Afirman que lo clave es mantener los hábitos atómicos de manera regular y no desanimarse a pesar de los contratiempos que se puedan llegar a presentar en el proceso.
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“La investigación en psicología positiva respalda la importancia de la perseverancia en el logro de metas y el desarrollo de hábitos positivos”, agregan en el portal La Vida Lúcida.
2. Fijar objetivos que sean claros y específicos
En este caso recuerdan que siempre será valioso, antes de iniciar cualquier camino, tener unas ideas claras y específicas sobre aquello que se busca alcanzar.
Para ello aconsejan fijar objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido), dado que ello ayudará a la persona a mantenerse motivada y enfocada.
3. Mantener la autodisciplina
En este caso, en el portal La Vida Lúcida recalcan que la autodisciplina es importante para resistir las tentaciones y mantener el rumbo hacia los objetivos propuestos.
De tal modo, recomiendan practicar la autorregulación y el autocontrol con el fin de hacerles frente a los momentos de debilidad en medio del proceso.
“Estudios como el publicado en Journal of Personality and Social Psychology exploran la relación entre la autodisciplina y el éxito en la consecución de objetivos”, agregan.
4. Cualificar y ajustar constantemente
En este hábito atómico recuerdan que lo ideal es evaluar regularmente de cara al objetivo, para analizar si se deben realizar ajustes.
Para ello se debe mantener la flexibilidad y la adaptabilidad en el enfoque, de la mano de una adecuada retroalimentación y la adaptación para aprovechar las nuevas oportunidades.
“La investigación en psicología del cambio de comportamiento destaca la importancia de la retroalimentación y la adaptación en el proceso de logro de metas”, resaltan.
5. Generar un plan de acción detallado
Cuando los objetivos ya están claros, recalcan que el paso a seguir es llevar a cabo un plan de acción orientado a la consecución del logro.
De tal modo, recomiendan “dividir el objetivo en pasos pequeños y alcanzables” para “mantener el impulso y a superar cualquier obstáculo que pueda surgir”.