Cómo
¿Qué pasa si se toma vitaminas sin necesitarlas?
Su ingesta debe ser avalada o recomendada por un médico experto.
Una alimentación saludable es aquella que está constituida por alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas, que ayuden en el buen desarrollo y funcionamiento del organismo. A través del consumo de estos micronutrimentos esenciales, ayuda a “llevar a cabo funciones básicas, pero vitales como permitir la transmisión de impulsos nerviosos para que lata el corazón”, según información de la Asociación Mexicana de Diabetes.
Por ejemplo, uno de los mayores alimentos que contienen la mayor fuente de nutrientes y minerales son las frutas y verduras, aunque para ver sus efectos en el cuerpo, lo ideal es hacerlo de manera constante y diaria, pero es importante tener la aprobación de un médico experto, el cual, según la necesidad y características de cada persona, recomiende su consumo.
Y es que a pesar de que estas sustancias le ayudan al organismo de diferentes maneras, una ingesta desproporcionada de los mismos puede desembocar en una grave enfermedad como, por ejemplo, la diabetes tipo 2 o las fallas cardíacas.
En varias partes del mundo, estas vitaminas se venden bajo recetas médicas, ya sea en farmacias o supermercados, sin embargo, muchos suelen adquirirlas bajo el libre consumo; de hecho, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Diabetes, “estos productos fueron creados para llenar los vacíos en la dieta y las únicas personas calificadas para determinar si necesitamos añadirlas para complementar nuestra alimentación son los médicos y los nutriólogos”.
Y, luego, la plataforma citada advirtió, que la ingesta de estos nutrientes sin supervisión de un experto, podría provocar “problemas si se tienen ciertas afecciones de salud o si se están tomando ciertos medicamentos, ya que pueden disminuir su efecto. Esto aplica también para cualquier otro suplemento, por lo que debemos ser cautelosos siempre que queramos consumir algo nuevo”.
¿Quién debería consumir suplementos?
Expertos recomiendan su ingesta en mujeres embarazadas, en lactancia, atletas de alto rendimiento y adultos mayores. No obstante, las características de cada persona pueden variar, por lo que “la alimentación debe ajustarse para cubrir esas demandas adicionales y evitar que haya carencias, así como evitar “alergias o restricciones alimentarias”.