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¿Qué significa cuando la sábila se pone amarilla?
Esta planta, con propiedades curativas, requiere de varios cuidados para evitar que varíe el color de sus hojas.
La sábila o aloe vera es una de las plantas más reconocidas en el mundo, ya sea por los beneficios que aporta al buen estado de la salud, como por ser un excelente ingrediente para potencializar la belleza del pelo y del rostro.
Pero para poder aprovechar todas esas propiedades que contiene, es necesario mantenerla en perfectas condiciones y estar atentos a cualquier cambio de coloración que presente en sus hojas.
¿Qué pasa cuando cambia el color de las hojas de sábila?
El color amarillo en la planta no es algo normal, todo lo contrario, es un indicador importante de que la salud de la sábila está en peligro.
El aloe vera es una planta resistente y tolerante, pero aun así puede ser susceptible a enfermedades, plagas y otros problemas si no se cuida adecuadamente.
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Son varias las causas por las que aparece ese color amarillento en la sábila. Una de ellas tiene que ver con el mal manejo del riego, pues es una planta que necesita un equilibrio entre los niveles de humedad y sequedad para que permanezca sana.
Otra causa pueden incluir la falta de luz solar directa. El aloe vera necesita al menos unas pocas horas de sol al día para mantener su color verde y saludable. Si se mantiene en un lugar oscuro o con poca exposición al sol, las hojas pueden empezar a perder su vigor.
Las enfermedades o plagas son otros de los motivos por los que las hojas de la sábila cambian de color. En estos casos, es importante revisar la planta con detenimiento y aplicar los tratamientos necesarios para combatir la enfermedad lo más pronto posible.
¿Cómo prevenir que mi aloe vera se vuelva amarillo?
El aloe vera es una planta fácil de cuidar, pero es importante mantener ciertas medidas para asegurar su salud y evitar que se vuelva amarillo.
- Iluminación adecuada: esta planta requiere una buena cantidad de luz solar indirecta para mantenerse saludable. Póngala siempre en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar indirecta al día.
- Agua adecuada: el riego excesivo es la principal causa de marchitamiento en el aloe vera. Deja que la tierra se seque completamente antes de regarla nuevamente, esto puede ser cada 7-10 días, dependiendo del clima y la temperatura.
Tenga en cuenta que el encharcamiento suele ser perjudicial para este tipo de plantas.
- Humedad: este tipo de planta no necesita mucha humedad, pero un ambiente seco y cálido puede hacer que las hojas se vuelvan amarillas y pierdan su aspecto vibrante.
- Un buen truco consiste en colocar un recipiente con agua cerca de la planta para aumentar la humedad en el aire.
- Fertilizantes: el aloe vera no requiere mucho fertilizante, pero es aconsejable agregarle un poco de fertilizante para plantas suculentas cada seis meses.
Lo más importante es revisar periódicamente las hojas de esta planta para poder tomar las medidas necesarias para su recuperación lo más pronto posible y así poder mantener su color verde.