Cómo
¿Qué significa cuando un perro rasca el piso después de orinar?
Este comportamiento es más común en los machos.
Popularmente, se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Por esta razón, la especie se ha afianzado como la mascota predilecta para muchas personas. Sin embargo, un elemento que no se debe olvidar corresponde, precisamente, a su naturaleza, pues siguen instintos que el ser humano no siempre logra entender.
Una escena común en los perros, sobre todo después de orinar, es verlos rascando el piso. Aunque resulte extraño ante los ojos de sus cuidadores, la realidad es que esta conducta tiene una explicación biológica.
En primer lugar figura el marcado territorial, un comportamiento clásico de los animales. Los perros tienen glándulas odoríferas en sus patas, por lo que rascan el suelo después de orinar para distribuir su olor y marcar su territorio.
Este comportamiento es una forma de comunicación entre perros, indicando a otros que han estado en ese lugar y estableciendo su presencia.
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Otra explicación es el encubrimiento de olores. Y es que los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado y pueden ser sensibles a los olores dejados por otros perros. Al raspar el suelo después de orinar, pueden intentar encubrir los olores de otros perros con los suyos propios, reforzando así su marca territorial.
El listado de explicaciones continúa con el instinto de supervivencia. Si bien el ser humano no le enseña al perro que debe rascar el piso después de orinar, podría decirse que este comportamiento viene en su ‘configuración de fábrica’. De hecho, en la naturaleza, los perros salvajes pueden raspar el suelo después de orinar para ocultar su rastro de posibles depredadores u otros competidores.
En general, rascar el suelo no es otra cosa que un comportamiento instintivo para los perros. Si bien puede tener como finalidad alguna de las razones expuestas previamente, también puede tratarse de un ejercicio que hacen naturalmente y sin ninguna finalidad en específico.
Los perros y su olfato superior
Es bien sabido que uno de los sentidos mejor desarrollados en los perros es su olfato. A manera de explicación, el atributo principal yace en su cantidad de receptores olfativos, la cual es significativamente mayor en comparación con los humanos. Se estima que tienen entre 125 millones y 300 millones de receptores olfativos, mientras que los humanos tienen aproximadamente 5 millones.
Otra característica es que el bulbo olfatorio en el cerebro de los perros es mucho más grande en proporción que el de los humanos. Esta área del cerebro está dedicada al procesamiento de la información olfativa. En consecuencia, los perros tienen una capacidad significativamente mayor para procesar y analizar olores.
Grosso modo, el olfato desempeña un papel crucial en la comunicación entre los miembros de esta especie. Utilizan los olores para identificar a otros perros, marcar su territorio y comunicar información sobre su estado emocional y de salud.