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Las escalofriantes cifras con que el fiscal esbozó la corrupción
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dejó a más de uno frío con su intervención en el Foro de Anif, aunque los titulares mencionaron reiteradamente su propuesta de extraditar a los corruptos, poco se ha dicho de los hallazgos que lo han llevado a considerar esa idea. El fiscal habló de una serie de “venas rotas” en el Estado donde la corrupción campea, y señaló tres sectores en concreto: salud, macroproyectos y la tributación tramposa.
* En el sector de la salud mencionó el caso del Sisbén colmado de falsos beneficiarios: de 48 millones de habitantes, hay 37,2 millones de inscritos en este sistema de subsidios que deberían ser sólo para los colombianos más pobres. Señaló una serie de hospitales públicos (Cúcuta, Tuluá, Arauca) y casos como Saludcoop, Cafesalud, Coomeva y Caprecom, que en conjunto suman un desfalco cercano a 50.500 millones de pesos, sin incluir ahí los multimillonarios recobros al sistema Fosyga.
* En el área de la corrupción a través de macroproyectos, dijo que el rey “sin duda, es Reficar” y que vendrán decisiones este mismo semestre por cuenta de sobrecostos de más de 4.000 millones de dólares. Señaló además una red de corrupción en proyectos regionales que operan como consorcios y uniones temporales y que podrían juntar más de ocho billones de pesos esfumados.
* En cuanto a lo que llamó “corrupción privada” por evasión tributaria ante la Dian, dijo que la Fiscalía está detrás de los centenares de registros de colombianos que han aparecido en escándalos internacionales como los ‘Panama Papers’ por poner bienes y recursos en paraísos fiscales pasando de agache frente a la tributación nacional. Aunque acá no hubo cifras concretas, explicó que ha firmado convenios con autoridades extranjeras y que no habrá refugio para los corruptos ni aun fuera del país. Y remató su intervención con esta promesa: “¡La lucha contra la corrupción es internacional y va en serio! No vamos a desfallecer en este empeño… al menos hasta que volvamos a ver que los bolsillos de los servidores públicos son de cristal”.