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David Barguil es el único de los precandidatos que se ha reunido dos veces con el Papa Francisco

2 de febrero de 2022
El senador David Barguil con el papa Francisco en dos ocasiones.
El senador David Barguil con el Papa Francisco en dos ocasiones. | Foto: David Barguil

La reunión de Gustavo Petro con el papa Francisco, que duró más de 40 minutos y se enmarcó con obsequios del político colombiano, fue un campanazo que alertó a los demás candidatos. Varios, de forma igual tardía, se dispusieron a agendar sus propias reuniones con la autoridad de la iglesia católica.

Quien no se afana es David Barguil, senador del Partido Conservador y ahora candidato a la Presidencia por la misma colectividad. El cordobés ha tenido la oportunidad de ver al sumo pontífice dos veces y dialogar con él. Incluso, al estilo de Petro, le llevó presentes.

La primera reunión fue el 26 de agosto de 2016, cuando Barguil era el presidente del Partido Conservador. El político le llevó una camisa de la Selección Colombia, mensajes de redes sociales y un sombrero vueltiao, típico de su departamento natal. En esa oportunidad hablaron de paz, ya que el papa le dijo que que se encontraba orando por ella y que era importante que quedara “blindada”.

David Barguil y el papa Francisco en 2016.
David Barguil y el papa Francisco en 2016. | Foto: David Barguil

La segunda reunión fue el 27 de agosto de 2017 y en esa oportunidad Barguil aprovechó para llevar a su madre, Amina Assis. En esa ocasión, semanas antes de que el líder católico llegara a Colombia, el senador le regaló una camiseta del equipo de sus amores: Jaguares de Córdoba.

Barguil le pidió al Papa Francisco que bendijera al equipo para que no descendiera a la B. La oración funcionó, porque Jaguares tuvo su mejor campaña en 2017, clasificando a sus primeros torneos internacionales en la temporada de 2018.

David Barguil, junto a su madre, visitando al papa Francisco en 2017.
David Barguil, junto a su madre, visitando al papa Francisco en 2017. | Foto: David Barguil

Barguil se desmarca de esa necesidad de los precandidatos de agendar una cita con el sumo pontífice lo antes posible, ya que el senador tiene varios recuerdos de sus visitas previas al Vaticano.