Confidenciales
El malestar por el mensaje del presidente Petro luego del encuentro con la Corte Suprema de Justicia
Lo que en principio se vio como un amigable encuentro institucional para bajar la tensión entre la Corte Suprema de Justicia y el presidente de la República, Gustavo Petro, dejó un mal sabor en el Alto Tribunal. Esto por la insistencia del mandatario en convocar movilizaciones, teniendo en la tras escena la espinosa elección de la próxima fiscal general de la Nación, de la terna compuesta por Luz Adriana Camargo, Ángela María Buitrago y Amelia Pérez Parra.
Las presiones contra la Corte Suprema son innegables. Van desde ataques coordinados en redes sociales, incluso señalando con nombre propio a magistrados y con acusaciones sin ningún sustento; periodistas que día tras día reclaman una elección pronta, y hasta el mismo presidente Gustavo Petro, quien incluso el día de la primera citación a votación dijo que por presentar una terna de mujeres con excelentes cualidades, el Alto Tribunal tenía la posibilidad de escoger sin mayores largas.
Según conoció SEMANA, el encuentro con el presidente en la Casa de Nariño fue visto con buenos ojos por los magistrados. Era un tema institucional, en el que era necesario plantear la inconveniencia de las presiones que se están dando en general y no solo en el tema de la elección de la nueva fiscal, no solo en la Corte, también a la Rama Judicial.
La sorpresa en la Corte Suprema es clara. Según se supo, la reunión fue cordial, duró cerca de dos horas y hubo un diálogo respetuoso en el que se planteó el respeto institucional y, sobre todo, a la división de poderes. Incluso, contaron a este medio que se respetaran los tiempos de la justicia.
Por eso, al terminar el encuentro del que pocos sabían, el primer mensaje fue enviado por la Corte Suprema y se trató de una escueta publicación en la red social X que planteaba: “Presidentes de la República y de la Corte Suprema de Justicia, @petrogustavo y Gerson Chaverra, dialogaron sobre la urgencia de promover el respeto entre todas las instituciones y sectores del país, en el propósito de salvaguardar la solidez de la democracia colombiana”.
Contrario a este sobrio, diplomático e institucional mensaje, el presidente Petro, como de costumbre, se extendió en la misma red y aunque inició con tono conciliador al afirmar que “un gobierno progresista no atacará la justicia, pero sí a la impunidad, el progresismo es básicamente justicia, ciencia y poder popular. Por eso la situación actual no debe dirigirse como una presión a las cortes”, el mensaje se vio como un doble discurso del jefe de Estado.
El lío vino con las siguientes líneas y, como señalan, el diablo está en los detalles: “La Presidencia ha solicitado organizar las coordinadoras de fuerzas populares en cada municipio y departamento. Todo intento de golpe o violencia será respondido por la movilización popular general. El movimiento popular debe ganar más capacidad de decisión y poder en este gobierno”.
El mensaje resultó inexplicable y no se sabe por qué, si es claro, que están programadas marchas y plantones, incluso promovidos por entidades del mismo Gobierno. Por ahora se mantiene la decisión de incentivar movilizaciones en un mensaje que hacía referencia al encuentro institucional entre Presidencia y Corte. El sinsabor es total.