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Farc: ¿Qué hay detrás del pedido a la JEP para que sus versiones sean públicas?

Los integrantes de la antigua guerrilla pasaron de negar sus delitos en ese alto tribunal a pedir que sus versiones sean televisadas. Esta es la razón de ese giro.

16 de septiembre de 2020
Rodrigo Londoño
Rodrigo Londoño ha emitido dos cartas en la última semana sobre el actuar de la antigua guerrilla Farc y sus intenciones de contar la verdad en la JEP. | Foto: Fotomontaje / SEMANA

El Partido Farc dio un giro en su posición sobre los delitos cometidos por la guerrilla durante cinco décadas de conflicto armado en Colombia. Hasta ahora, sus principales líderes habían negado algunos de los crímenes más dolorosos de la guerra, tanto en la Jurisdicción Especial para la Paz como en múltiples entrevistas a medios. Las versiones que ellos habían dado sobre el reclutamiento forzado y el secuestro habían generado críticas tanto en las víctimas como en los mismos promotores del acuerdo de paz.

Sin embargo, este miércoles, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, hizo pública una carta, esta vez dirigida al exnegociador del proceso de paz Humberto De la Calle, en la que le aseguró que si bien el país atraviesa por un “momento crítico”, existe una “campaña de desinformación promovida por los sectores de extrema derecha” y “sospechosas filtraciones de las audiencias” para tergiversar la verdad que los excombatientes han entregado a la JEP.

Después de varias pullas y críticas al manejo que se ha dado sobre las versiones voluntarias, Londoño agregó que como partido han acordado solicitar al tribunal “la publicación completa de las largas horas de cada una de las versiones suministradas por nosotros, así como que en adelante nuestras exposiciones sean transmitidas en directo por la televisión” para que todo el país las conozca de viva voz.

Ahora bien, aunque el pedido es loable y, según el propio Londoño sería de gran ayuda para sanar “las manifestaciones emocionales inducidas por odiosos cálculos” , también es cierto que existía un gran malestar frente a la posición del máximo líder de las Farc.

El pasado 8 de septiembre Rodrigo Londoño acudió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para entregar su versión libre sobre el reclutamiento de menores de edad, hecho que negó y evadió posteriormente en una entrevista con el diario El Tiempo.

“Si pensamos en la palabra reclutamiento en un país como el nuestro, en el que el Ejército llevó a la fuerza a pagar servicio militar a incontables generaciones de muchachos, fácilmente se piensa que la guerrilla obraba del mismo modo. No es así. Que yo haya conocido, no puedo hablar de un solo caso en el que alguien haya sido forzado a ingresar a nuestras filas. Y mucho menos un menor. A las Farc se llegaba conscientemente”, dijo.

Juan Manuel Santos comentó ese malestar en entrevista con María Jimena Duzán. El expresidente aseguró que en la reciente reunión privada en la casa del exministro Juan Fernando Cristo le dijo al propio Timochenko que debían decir toda la verdad, so pena de perder los beneficios. “Les dije a ellos, ustedes tienen que asumir la responsabilidad por esos delitos, no tienen que decir: ‘yo agarré un niño del pelo y lo saqué del colegio’, pero tienen que asumir su responsabilidad por los delitos atroces que cometieron (...) pedir perdón”, aseguró Santos.

Por ahora, la carta que firma Rodrigo Londoño solo se refiere al secuestro, un tema en el cual también han existido críticas de las víctimas. La más dura había sido la de la excandidata presidencial, Ingrid Betancourt, quien luego de que se conocieron algunas declaraciones de los líderes de la desmovilizada guerrilla ante la JEP dijo: “Esto no es un revanchismo. Quisiera que cuenten las cosas como fueron .... Las Farc se amparan en una lógica perversa”. Para ella, el cambio de la narrativa de la guerra le hace muchos daños a la víctimas. Por ejemplo, el hecho de que esa guerrilla no habla de secuestros, sino de retenciones."Las Farc presentan el secuestro como una actividad regulada por ellos mismos con lo cual invierten la responsabilidad del delito", dice.

Ahora, frente al cambio de posición de las Farc, la misma Íngrid Betancourt, aseguró que “salieron de su libreto" monótono sobre las causas que llevaron a que bajo su mando y el de sus compañeros del secretariado se cometiera “un error gravísimo” como lo es el secuestro. En esa misma misiva, aparecieron los nombres de Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Rodrigo Granda, entre otros; lo que da cuenta que hay un respaldo a su declaración a diferencia de algunas otras que, en vez de unir al partido, lo han dividido.

“Les arrebatamos lo más preciado: su libertad y su dignidad. Podemos imaginar el dolor profundo y la angustia de los hijos e hijas de tantos secuestrados por las Farc-ep (...) el secuestro solo dejó una profunda herida en el alma de los afectados, e hirió de muerte nuestra legitimidad y credibilidad".

Según las Farc, hacer públicas las audiencias les permitiría poder narrar sin intermediarios su verdad. Así, cada quien juzgaría por su cuenta el testimonio entregado por los excombatientes que hoy se labran camino en medio la política en medio de las constantes críticas.

El fortalecimiento de las disidencias, el abandono del proceso de Iván Márquez y Jesús Santrich y el reproche de organismos internacionales como Human Rights Watch -que ha calificado de “falso, vergonzoso e insostenible” el relato que entregan a la JEP- son otros golpes de los que intenta recuperarse el colectivo.

Este martes, en el evento sobre los dos años del proceso de paz, el presidente Iván Duque también se pronunció sobre el tema. “Esperamos que se diga la verdad sobre los secuestros, pero no con cartas, sino que acudan a la justicia transicional y respondan con nombre y apellido a esas familias que no saben hoy donde están sus seres queridos; que seguramente estarán en una fosa común: que fueron secuestrados y vilmente asesinados”, dijo.

No obstante, del dicho al hecho hay un largo camino por recorrer. Aunque el partido Farc puede solicitar formalmente a la Sala de Reconocimiento de la Verdad que contemple hacer públicas el material de las audiencias, es la misma JEP la que debe resolver esa solicitud. Por ahora, las normas tienen prevista la reserva para muchas de esas diligencias.

La normativa de la Jurisdicción Especial para la Paz menciona que las versiones voluntarias o libres tienen un “valor de confesión” y que están bajo reserva por incluir “datos sensibles según la Ley de Habeas Data y de terceros que no son comparecientes de la JEP y se puede afectar su buen nombre”. Pese a esto, las víctimas sí tienen acceso a las grabaciones de las versiones y, mediante un proceso de acreditación, puedan hacer observaciones y aportar pruebas como ha sucedido en el Caso 01 "Retención ilegal de personas por parte de las Farc-EP”. Incluso, quince días después de la audiencia pública de reconocimiento, pueden presentar observaciones finales a la resolución de conclusiones.

Así las cosas, el debate para la sala será si divulgar esas versiones en vivo pone en riesgo de revictimización a las personas, y en especial a las víctimas, que estén inmersas en los relatos de cada compareciente. Pero de llegar a pronunciarse sobre el tema, la divulgación de este tipo de versiones sería inédita, ya que hasta el momento la JEP solo ha transmitido algunas audiencias, como los testimonios de las víctimas de secuestro y algunos otros eventos.