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Presidente Gustavo Petro con el sombrero de Carlos Pizarro.
Presidente Gustavo Petro con el sombrero de Carlos Pizarro. | Foto: Presidencia

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Indignación: Petro convirtió el sombrero del criminal Carlos Pizarro, excomandante del M-19, en patrimonio cultural de la nación

La pieza fue entregada al presidente Gustavo Petro por exmiembros de la guerrilla exiliados en Suecia.

Redacción Nación
18 de junio de 2024

El Ministerio de las Culturas reconoció el sombrero de Carlos Pizarro Leongómez, máximo comandante del M-19, como patrimonio cultural de la nación. La pieza fue entregada al presidente Gustavo Petro por exmiembros de la guerrilla exiliados en Suecia.

En el Salón del Consejo de Ministros, el mandatario colombiano, junto a Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, fueron quienes revelaron la urna en la que será expuesto el sombrero.

“Sombrero con el que Carlos Pizarro entregó su arma y firmó en 1990 la paz entre el Gobierno colombiano y el M-19 en el corregimiento de Santodomingo, en Toribío, Cauca”, dice la caja.

“El pueblo es su dueño”

De acuerdo con el presidente Gustavo Petro, el sombrero del comandante de la guerrilla a la que perteneció “es un símbolo de paz. Indudable. Y debe quedar aquí. Será patrimonio. Este es un patrimonio del amor. Así que queda entregado al pueblo colombiano, que es su dueño”.

Petro recibió el sombrero de los oficiales de Bolívar, como se denomina a los exiliados en Suecia, durante su visita a Estocolmo. Este se mantuvo en una caja fuerte “durante décadas”, según detalla la Presidencia de la República.

“Y nos entregaron el sombrero. Vaya a saber quiénes vendrán y si lo cuidarán bien, pero con la espada de Bolívar que devolvimos y este sombrero, quedan unos hechos, unos de guerra, hechos de paz”, sostuvo Petro.

También dijo: “Días y noches de amor y de guerra, un libro que dice eso, días y noches de amor y de guerra”.

Durante la ceremonia, el presidente Petro recordó que el M-19 utilizaba sombreros como el de Carlos Pizarro y que la guerrilla decidió convertirlo en un símbolo. Ahora, con un excombatiente en la Presidencia de la República, el Gobierno plantea que ese mismo objeto sea uno de los emblemas que representa a la nación.

¿Dónde estaba el sombrero?

El anuncio de determinar ese objeto como una pieza de valor para el país fue hecho por el jefe de Estado en un acto protocolario que tuvo lugar este martes en la Casa de Nariño y que se realizó después de su viaje a Suecia.

Según el relato de la Casa de Nariño, esa prenda de vestir estuvo en Suecia durante varios años, custodiada por otros exguerrilleros del M-19, quienes le entregaron al también excombatiente y ahora presidente la pieza durante su reciente visita a ese país.

Sólo bastaron horas para que el mandatario, a su regreso a Bogotá, decidiera exaltar la pieza como lo que él considera es un símbolo importante para la nación.

La reacción de María José Pizarro

María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro Leongómez, se pronunció en X sobre la decisión del Gobierno Petro acerca del sombrero de su padre:

“Uno de los sombreros de nuestro padre Carlos Pizarro fue declarado patrimonio cultural de la nación. Nosotras, sus hijas e hijo recibimos esta declaración con orgullo. Llevo más de dos décadas recuperando su memoria, luchando contra la impunidad y reivindicando su figura como un símbolo de paz para Colombia. Su estirpe jamás traicionaremos, su legado está en nuestro ADN y en nuestra memoria”.

¿Quién era Carlos Pizarro?

Carlos Pizarro fue cofundador y máximo comandante del M-19, con un pasado político que lo tuvo como integrante de las juventudes comunistas y de la extinta guerrilla de las Farc, grupo armado en el que militó por un corto tiempo para luego promover la creación del Movimiento 19 de abril.

Pizarro, quien es el padre de las congresistas del Pacto Histórico María José y María del Mar Pizarro, tuvo una historia marcada por su militancia en la insurgencia, el exilio y la lucha política tras la dejación de las armas de ese grupo.

Fue preso durante el gobierno del expresidente Julio César Turbay y sólo consiguió su libertad hasta la administración de Belisario Betancur con una ley de amnistía; su paso por la prisión, lejos de alejarlo de la ilegalidad, estuvo precedido por un periodo en el que afianzó sus vínculos con el comunismo cubano.

Fue el fundador del Bloque Occidental del M-19, comandó esa guerrilla en batallas contra el Ejército colombiano y era uno de los líderes de ese grupo armado en el periodo en el que se efectuó la toma y retoma al Palacio de Justicia.

El excomandante Pizarro estuvo, incluso, detrás del secuestro de Álvaro Gómez Hurtado, uno de los políticos conservadores más importantes del siglo pasado en Colombia, quien promovió la búsqueda de un “acuerdo sobre lo fundamental” para Colombia.

Con la dejación de armas del M-19, Pizarro pasó a la vida política a través de la Alianza Democrática M-19 (el partido conformado por los exintegrantes de ese grupo armado) con el que aspiró, en principio, a la Alcaldía de Bogotá y, luego, a la Presidencia. Fue asesinado el 26 de abril de 1990 mientras hacía campaña para llegar a la Casa de Nariño.

Indignación por declaratoria sobre el sombrero de Pizarro

Una de las voces más fuertes que se ha leído este martes, tras hacer del sombrero de Carlos Pizarro un patrimonio cultural de la nación, fue la de la hija del magistrado Carlos Horacio Urán, asesinado en la toma al Palacio de Justicia.

Ella, la politóloga y académica Helena Urán Bidegain, cuestionó que se usen símbolos de la guerrilla como emblemas de la nación.

“Necesitamos un debate amplio sobre los símbolos y la cultura de la violencia. ¿Qué es patrimonio cultural para un país? ¿La cultura se impone? ¿Qué símbolos abrazan la paz y la guerra? ¿Cómo construir símbolos para una cultura democrática? ¡Los valores del M-19 no son los valores de todo un país!”, aseguró Helena Urán Bidegain en una publicación en su cuenta de X.

Urán Bidegain trabaja en la Cancillería, pero recientemente se conoció que será retirada de su cargo producto de las críticas públicas que ha hecho al presidente Petro por su estrategia de convertir en símbolos del Estado colombiano los emblemas que utilizó el M-19 durante sus tiempos de vida armada.

“Ojalá que, pese a todo, tengamos un amplio debate en torno a los símbolos, lenguaje y formas. Insistiré en que medallas, banderas, espada y demás, no siempre son respetuosos con otros, no aportan a la paz ni la democracia”, apuntó la académica.

Ese llamado de la hija del magistrado Urán no es nuevo. En repetidas ocasiones, la politóloga le ha pedido al presidente Petro no enarbolar las banderas que tuvo el M-19 en su rol como mandatario y le ha invitado a pensar, también, en el dolor de las víctimas de ese extinto grupo armado. Ella es, justamente, una de esas personas que sufrió las consecuencias de las acciones de ese movimiento.

“Que haya capacidad de entender que no es sacando banderas o glorificando pasados violentos (independientemente de las razones), sino reconociendo y ofreciendo escenarios de participación democrática que podremos acercarnos a la reconciliación y a la paz”, le pidió Urán Bidegain al presidente Petro en otra publicación reciente en su cuenta de X.

María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, fue una de las voces que también se pronunció para rechazar el reconocimiento que se le hizo y habló de la necesidad de crear una ley que prohíba resaltar a personas que hicieron daño en la sociedad.

“¿También harán del mugroso trapo de Tiro Fijo un monumento nacional? ¿Para cuándo convertirán en patrimonio cultural algún avión del narcotraficante socio del M-19 Pablo Escobar? Debemos trabajar en una ley que prohíba los honores y apología de criminales o terroristas”, escribió en su cuenta de X.

Jota Pe Hernández, senador de la Alianza Verde, por su parte, calificó el hecho como una “burla” del presidente a las víctimas y aseguró que es “cínico” que se busque exaltar o calificar como un héroe al líder de un grupo guerrillero que fue violento y sanguinario.

“Es impresionante que en medio de tanta crisis que atraviesa el país (...) este señor, que al parecer se está enloqueciendo, salga a declarar como patrimonio cultural el sombrero de un tipo que perteneció a un grupo terrorista que cometió diferentes tipos de crímenes”, puntualizó.

Por su parte, Julio César Iglesias aseguró en su cuenta de X: “El culto en la izquierda radical por la violencia política, que se evidencia en el fetichismo por objetos como el sombrero de Pizarro y en la idolatría por su legado, es una amenaza gigante, quizá una de las más graves, para el futuro del país”.

El abogado Abelardo de la Espriella rechazó el acto y señaló que Colombia “vive sus horas más oscuras y el jefe de la magia irriga tinieblas”.

“Los símbolos son los que reflejan a los gobiernos y también a los regímenes: la bandera del grupo terrorista M-19, el sombrero de un asesino como Carlos Pizarro, el monumento a las primeras líneas terroristas en Puerto Rellena en Cali: esos son los símbolos que el jefe de la mafia, Petro, nos quiere instalar lenta e imperceptiblemente, normalizando el caos y el odio como si ese fuese el camino”, añadió.

Igualmente, Enrique Gómez, director del Movimiento Salvación Nacional, apuntó que con este tipo de decisiones demuestran el “horror” en el que está sumergido el país y al que, según él, están sometiendo a los colombianos. Además, manifestó que mientras se homenajea a Pizarro, la violencia sigue dejando víctimas en todo el territorio nacional.

Andrés Pastrana, expresidente de la República, también arremetió y aseguró en X: “La pretensión de @petrogustavo de convertir un sombrero que supuestamente usaba el comandante del M-19 Carlos Pizarro en un objeto de culto nacional es un insulto sin precedentes a las víctimas de ese grupo terrorista, a los compatriotas que fueron secuestrados, torturados, asesinados, a sus familias, y a la memoria de nuestros héroes del Ejército y de la Policía que murieron defendiendo la democracia de los ataques infames de ese grupo de delincuentes”.