La sorpresa que le dio un general a un soldado que estaba de centinela

El general Antonio María Beltrán, comandante de la Cuarta División del Ejército, tiene claras las necesidades que padece un soldado cuando presta guardia en las profundidades de la selva. Más allá de las garantías que les brinda la institución militar, estar alejado de la familia, en ocasiones incomunicados y enfrentando el peligro de la guerra, no es sencillo.

Consciente de la vida sobre el terreno del soldado, el alto oficial sorprendió a uno de sus hombres en Mitú, Vaupés, donde opera la Brigada 31 del Ejército. Allí, a altas horas de la noche, llegó hasta el uniformado que servía de centinela, agradeció su esfuerzo, su trabajo en beneficio de la población de la región.

“Yo quiero decirle hoy que estamos muy agradecidos con ese esfuerzo, ese empeño que usted ha hecho de venir a prestar su servicio militar. Su familia debe sentirse muy orgullosa de su trabajo, de usted como soldado”, le dijo el oficial. Y compartió chocolate y pan.

El soldado quedó sorprendido porque no esperaba ver a un oficial de alto rango ahí, con él, a altas horas de la noche y mucho menos con el alimento que le sirvió para apaciguar las bajas temperaturas. “Su comandante, el soldado más antiguo de la Cuarta División del Ejército, se encuentra apoyándolo, respaldándolo en la tarea del control territorial y la seguridad de toda la población”, le expresó.

Desde Bogotá, o cualquier ciudad del país, el gesto podría ser normal, pero para un soldado que vigila, mientras los ciudadanos duermen, la actitud del oficial resulta impactante. Y ayuda, según el uniformado y otros de sus compañeros que recibieron alimento, para aumentar la moral y seguir al frente en pie de lucha. El general terminó comiendo con sus hombres.