¿Qué pasa con la seguridad informática de las entidades del Estado?

En medio de ataques a la seguridad básica de las redes sociales del estado, el Sena está sufriendo más de 500.000 peticiones malintencionadas por minuto en más de 5 oportunidades en diciembre. El caso ya está en la Fiscalía General.

No es la primera vez que esto ocurre, ya que en septiembre entidades como el Ministerio de Salud, la Superintendencia de Salud, la Superintendencia de Industria y Comercio, y el Consejo Superior de la Judicatura, entre otras, fueron objeto de un ataque cibernético, situación que fue conjurada según información del Ministerio de las TIC el 21 de septiembre de 2023.

Sin embargo, no se ha conocido en detalle lo que verdaderamente ocurrió ni las consecuencias de que se hayan presentado estos ataques cibernéticos. Aunque en su momento se afirmó que lo ocurrido serviría para evitar más problemas, en las últimas semanas el Sena está recibiendo ataques en su plataforma virtual de aprendizaje.

Según un informe que presentó el actual proveedor del Sena y conforme la denuncia presentada ante la Fiscalía General de la Nación, la plataforma virtual de aprendizaje en octubre fue objeto de tres ataques en noviembre y en lo corrido de diciembre van cinco.

A pesar de los intentos, la plataforma del Sena ha estado segura. Los ataques no han sido exitosos, gracias a los diferentes sistemas de protección con los que cuenta dicha plataforma.

La Fiscalía General ya asignó un fiscal para iniciar la investigación pertinente y que permita establecer los móviles y autores de dicho ataque cibernético, ya que han venido en aumento.

En medio de todo este escenario, el Sena se encuentra adelantando la Licitación Pública # LP-DG-0003-2023, con el fin de contratar por los próximos cuatro años los servicios de una plataforma de aprendizaje virtual tipo E-Learning-LMS.

Ese proceso ha estado inmerso en diferentes polémicas, entre las que se destaca el cambio abrupto de condiciones de calidad que realizó la entidad entre el proyecto de pliegos y el pliego definitivo, disminuyendo los estándares de calidad conforme al mercado actual de dichos servicios.