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Responsabilidad social: iniciativas que aportan a la comunidad indígena en Santa Marta

19 de diciembre de 2022
Cada arhuaco llega al mundo con la misión de cuidar todo a su alrededor. Ellos saben que su responsabilidad es mantener el equilibrio del mundo. Foto: Jorge Álvarez Arango

Por mucho tiempo los pueblos indígenas asentados en la Sierra Nevada de Santa Marta han buscado cuidar y velar por el desarrollo de su territorio a lo largo del tiempo.

Diversas empresas han logrado establecer relaciones, materializando proyectos, que se adelantan, junto a las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, involucrando sus conocimientos y experiencias para la protección ambiental y desarrollo sostenible de esta zona.

Por un lado, 53 comunidades educativas trabajan en la constante búsqueda del resguardo de sus tradiciones por medio de la educación diferencial, por lo que más de 137 docentes son capacitados para la correcta transmisión de conocimientos, a los niños y niñas de los pueblos arahuaco, kogui y ette enaka.

Con el acompañamiento constante de ISA y sus aliados, las autoridades ancestrales de cada pueblo y un equipo especializado, se construye el Primer Proyecto Educativo Comunitario PEC en Colombia. Estas acciones permiten que las instituciones educativas de los pueblos ancestrales logren articularse al Sistema Educativo Indígena Propio (Seip), dándoles acceso a sus propios recursos.

En 2021 se inició el proyecto Pilas Públicas Maicao, liderado por dicha compañía y con la participación de organizaciones sociales indígenas y autoridades gubernamentales, con el que se han logrado construir cinco pilas de agua potable, las cuales abastecen hoy más de 2.100 familias y 7.769 personas de 81 comunidades wayús.

Asimismo, se gestionó participativamente la conformación de la organización Cowa, conformada por diferentes comunidades del sector, y la cual se encarga de la operación y el mantenimiento del sistema.

Los procesos de reconocimiento de la autoridad territorial y ancestral de las comunidades indígenas (especialmente la arahuaca) han permitido que los procesos corporativos que se han llevado a cabo en la Sierra Nevada de Santa Marta cuenten con el visto bueno de los arahuacos, respetando su territorio y cosmovisión.

Además, con el pueblo arhuaco se han logrado aportar a las comunidades procedimientos de preservación de su cultura e inoculado las actividades económicas, a través de capacitaciones y asesoramiento estratégico, en la producción y venta de los productos nativos de esta zona, como la venta de artesanías, café, entre otros.