POLÍTICA

“¿Se pronunciará Petro o seguirá callado?”: Jota Pe Hernández se mostró indignado por los ataques de indígenas en Bogotá

19 de octubre de 2022
Gustavo Petro y el senador Jota Pe Hernández.
Gustavo Petro y el senador Jota Pe Hernández. | Foto: SEMANA

Jota Pe Hernández, senador de la coalición Centro Esperanza-Alianza Verde, fuerza política que forma parte de la coalición del gobierno de Gustavo Petro, se mostró indignado por los desmanes producidos en la tarde de este martes en Bogotá por parte de un grupo de indígenas emberas.

Aunque a Hernández le preocupó en general toda la situación de orden público en el centro de la capital del país, hubo una escena a la que quiso referirse a través de sus redes sociales: la de la mujer integrante de la Policía que fue brutalmente agredida por los indígenas en una estación de TransMilenio. Las escenas son dramáticas.

“Tan machitos secuestrando y torturando a una mujer policía. Se sienten valientes porque saben que están respaldados y que por ser bandidos serán premiados. ¡Miserables! Si por mí fuera serían capturados y judicializados de inmediato”, dijo.

El senador Hernández se molestó aún más porque el ministro de Defensa, Iván Velásquez, no le respondió a un periodista de Blu Radio que le preguntó su opinión sobre lo ocurrido. “¡Ay, ministro, ministro, ministro!”, dijo el congresista.

La postura de Jota Pe Hernández demostró que, aunque su fuerza política es cercana al Gobierno, el congresista marca distancia con algunas posturas de la administración de Petro. De hecho, aunque no lo dice directamente, pareciera que no está de acuerdo con la modificación al proyecto de orden público que pretende indultar a la primera línea o a quienes protagonizaron desmanes en medio de las protestas y que hoy están en cárceles del país, una iniciativa cuya discusión fue aplazada.

Urgente: Batalla campal en el centro de Bogotá

Hasta la tarde de este miércoles, el presidente Gustavo Petro no se había referido a los ataques por parte de los indígenas, mientras aliados políticos del Gobierno respaldaban a las víctimas, entre ellos los gestores de convivencia de la Alcaldía de Bogotá y la Policía.