Confidenciales

¿Víctima de su propio invento? Por demoras con la reforma a la salud, el Gobierno está comprometiendo una promesa clave

20 de abril de 2023
El proyecto de la reforma laboral fue radicado en el Congreso en un acto público en la Casa de Nariño. La iniciativa reivindica la actividad sindical.
El proyecto de la reforma laboral fue radicado en el Congreso en un acto público en la Casa de Nariño. No obstante, el tema está enredado, ni siquiera ha recibido ponencia | Foto: guillermo torres-semana

Con cuatro votos a favor y 17 en contra, la Comisión Séptima de la Cámara negó la ponencia de archivo que se presentó por parte de la oposición para que se hundiera la reforma a la salud del Gobierno.

Este hecho fue tomado como un round ganado por la administración de Gustavo Petro en medio del duro pulso que se libra por el trámite de esta polémica iniciativa, pues por lo menos se logró que la reforma no fuera hundida de inmediato, sino que se diera espacio para el debate en los próximos días.

Es decir, el Gobierno recibió un aire, aunque el tema aún sigue en pronóstico crítico, pues por ahora los partidos políticos se mantienen en la posición de que si sus propuestas no son acogidas, no respaldarán el proyecto; sin embargo, le han dado margen de maniobra al Gobierno para que sean hechos esos ajustes.

El asunto, no obstante, no implica una victoria completa para el Gobierno, no solo porque aún se le pueda quemar el pan en la puerta del horno con este proyecto, sino porque la oposición ha logrado dilatar de tal manera el trámite de esta iniciativa que en el Pacto Histórico ya empiezan a sentir preocupación por lo que pueda pasar con el resto de la agenda, pues los tiempos se están agotando.

Uno de los proyectos que empieza a peligrar es la reforma laboral, que está haciendo fila también en la Comisión Séptima de la Cámara, donde ni siquiera ha recibido ponencia, pues los congresistas están concentrados en la reforma a la salud.

Lo más preocupante es que quedan apenas ocho semanas para que finalicen las sesiones ordinarias del Congreso y la reforma laboral, que también mueve fibras sensibles, requiere cuatro debates para convertirse en ley. ¿Logrará pasar?