Top 5 de objetos sexuales que más compran los colombianos

En el siglo XXI y en plena era digital el sexo dejó de ser un tabú y es, por eso mismo, que cada vez se tiene más acceso tanto a la información como a las distintas técnicas y recursos que existen para disfrutar la sexualidad de forma más abierta. En esto, por ejemplo, los accesorios y juguetes han hecho que muchas personas y parejas puedan ser mucho más felices de lo que están actualmente.

En general, se estima que el incremento del número de personas que han adquirido productos eróticos a través de los distintos portales por internet así como también de ofertas ya ha llegado al 10% del total de registros de estos sitios en días normales y al 35% en jornadas especiales.

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“Por ejemplo, para un hombre puede ser vergonzoso entrar a comprar un retardante y a eso sumarle que la tienda esté llena. Es así como en las empresas de compras con descuentos en línea solo debes hacer el pedido y listo, llega a su domicilio, sin salir de la casa, una compra segura y sin pasar vergüenza alguna”, Juan Manuel Angarita, jefe de marketing de Cuponatic.

Y, a decir verdad, una de las grandes ventajas es que a través de internet se puede conseguir todo tipo de elementos y propuestas para mejorar la vida sexual y es aquí, incluso, donde las empresas de descuentos han tenido un campo de acción bastante grande para actuar.

De acuerdo con redes sociales como Quora, por ejemplo, para poder adquirir estos elementos y juguetes una de la mejor forma es adquiriendo cupones de descuento o haciendo la respectiva compra en los portales, directamente, de estas empresas.

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Los costos

De acuerdo con Cuponatic, la lista de los juguetes sexuales más vendidos son:

1. Los retardantes: en sí, por internet, usted puede llegar a encontrarlos desde un valor de $14.000 los más económicos. No obstante, recuerde que su seguridad y salud sexual también es importante, por lo que no es aconsejable comprar lo primero que vea, sin saber la marca y el verdadero origen del producto. En tanto, en una tienda sexual puede llegar a conseguirlos desde los $45.000 dependiendo del tamaño del producto.

2. Labial vibrador discreto: una de las curiosidades del listado pues, aunque se tiene el tabú que la mujer con su sexualidad es más tímida, ocupa el segundo puesto del listado. En una tienda sexual usted puede llegar a encontrarlo con un precio desde los $100.000 en adelante, pero en páginas web lo encuentra desde los $60.000 en adelante, dependiendo del tamaño y los materiales.

3. El juego de mesa kamasutra: si es de quienes quiere sacar de la rutina su relación, este puede llegar a ser un buen mecanismo. Los juegos pueden tener dados y un tablero que sugieren que las personas hagan ciertas acciones para complacer o excitar a la pareja. La verdad, hasta usted mismo puede llegar a hacerlo, pero por internet puede encontrar ofertas de este producto desde los $10.000 en adelante. En una tienda sex shop puede estar desde los $35.000

4. Las bolas chinas: se trata de uno de los productos para causar placer y estimular a la mujer, que más acogida está empezando a tener. En sí, son ejercitadoras del suelo pélvico y ayudan a la mujer a encontrar mejor su punto G. Dependiendo del material y la marca, por internet las puede encontrar desde los $20.000, mientras que en una tienda salen a $45.000 mínimo.

5. Las bombas succionadoras: al final de la lista, pero no por eso menos importantes, estas permiten alargar y engrosar el pene, así como también son útiles para mantener una erección. De las más compradas por internet, pueden llegar a tener un precio de $30.000 en páginas web.

En sí, si usted se pone a hacer cuentas de los distintos productos y en un sex shop común, puede llegar a tener que destinar entre $80.000 y $300.000 para adquirir uno o más de los distintos, dependiendo de la marca y de la calidad de los materiales usados.

Las recomendaciones

Al respecto, lo importante es que usted adquiera productos con los que se sienta cómodo y cuyos materiales sean los adecuados para su cuerpo y el de su pareja, contando con la seguridad de una garantía y la misma duración del objeto, pues no sirve de nada que le salga barato pero que termine desencadenando una infección o dañándose en un segundo uso.