Foto: Gabriezzo Barbosa

ENTREVISTA

“La fotografía no solo captura almas, transforma personas”

ARCADIA conversó con el fotógrafo Gabriezzo Barbosa sobre el libro como un medio para la fotografía, la sexualidad y la censura. Publicará 'Grimorio corpóreo', su primer libro, en la FILBo 2019.

Santiago Ramírez
24 de abril de 2019

Publicar un libro de fotografía parece más una odisea que una celebración, es más difícil venderlo como el objeto vivo que es y por lo rápida y pobre que puede ser su lectura ante unos ojos llenos de afán, que miran pero no observan, y que repasan pero no descubren.

Gabriezzo Barbosa, el autor de Grimorio corpóreo (Proteo Editorial), encontró un camino para que sus cuerpos, etéreos como él los describe, se mantengan con vida y sigan exponiendo una fragilidad cercana a la poesía gracias al cuerpo.

Cansado de la censura en las redes, el papel abre una puerta nueva a su trabajo, una extensa serie que cuenta con 200 cuerpos retratados en su estudio en el barrio los Alcázares. Un lugar donde paredes y muebles están pintados de blanco celestial, pequeño eso sí, pero suficiente como para que en el plano que el fotógrafo crea existan escenas que el observador asume como espacios inmensos.

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Gabriezzo transita entre el sonido y el silencio, sordo de nacimiento, ha desarrollado el oído: “Estoy en el limbo”, dice para luego disparar una sonrisa, como cuando dispara con su cámara. Tiene un nuevo tatuaje en su pecho, dos nuevos ojos, y posa para la foto con un velo transparente para mostrar el diseño que luce su cuerpo.

Sacar un libro permite dos cosas: evitar la censura de las redes y culminar el proceso fotográfico, pocos entienden que la foto es un objeto y no una serie de pixeles en sus pantallas ¿qué reflexión hay detrás de Grimorio corpóreo?

Para mí es valioso pasar las fotos digitales al papel. Desgraciadamente las redes censuran mucho los trabajos, incluso el mismo público denuncia que hay un "contenido explícito", mi mensaje incluye la diversidad, la educación sexual del cuerpo como un medio artístico. Hay partes que me parecen muy bonitas, poéticas, y eso inspira a las personas, tiene un efecto poderoso. 

Yo tuve una primera serie en la que trabajé, no eran tan explícitas, mostraba un poco de piel y trataba el tema del lenguaje corporal. Igual me denunciaban, perdí mucho trabajo, me dolió mucho que la gente no viera belleza. Con Proteo Editorial hicimos un libro que se llama ‘Grimorio corpóreo‘, allí no hay censura, creo que puede causar gran impacto. Yo hago es arte, yo no incentivo sexualmente. Cada persona tiene diferentes formas de cuerpo: los andróginos, trans, queer, hetero, homosexuales, hay de diferentes edades, y me gusta esa diversidad.

¿En dónde ve que puede terminar este libro?

Un libro además no es para guardar en un estante, puedes arrancar las fotos y convertirlas en un collage o hacer lo que quieras. Quiero que mi libro se transforme.

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¿Qué es un grimorio?

Desde pequeño he tenido fascinación con el grimorio en diferentes culturas. El grimorio reúne hechizos conjuros, canticos y poemas. La persona que posee el grimorio habla para sí y no para los demás. Lo hace por medio de sangre o conjuros, es un concepto simbólico para mí crear un grimorio es haber capturado muchas almas. Cada una tiene una poesía del cuerpo que transmite una historia que la gente puede interpretar en la realidad o la ficción. Inspira a muchas personas a amar su cuerpo. En muchas partes no hay una correcta educación sexual, y creo que la fotografía nos ayuda a mostrar una diversidad. Es un fin terapéutico, he recopilado 200 personas para sacar ese libro, he compartido culturas y experiencias, la gente quiere llegar a ser alguien, pero su inseguridad los limita. 

¿Cuál cuerpo recuerda mucho?

Una niña anoréxica, era muy insegura con su cuerpo y su forma de expresarse. La gente la veía como loca. Conocerla fue todo un proceso y en una de las primeras series ella me dijo que le daba mucha pena pero el concepto era bonito, yo quería ver su cuerpo. Trabajamos juntos y de a poco se fue soltando, dominó su cuerpo, hicimos poses simbólicas. Yo tengo mucha relación con la simbología del cuerpo. Por el lenguaje de señas las personas me cuentan una historia, mueven sus manos y sus brazos, aunque mis retratados la mayoría de las veces no saben lenguaje de señas yo interpreto que su cuerpo me habla, para mí eso es mágico. Lastimosamente la foto de ella la subí a redes y fue la más denunciada. Ella me escribió y me dijo que ya comía bien, ahora es vegetariana y hace ejercicio y su cuerpo ha respondido de manera positiva. La fotografía no solo captura almas, sino que transforma personas.

No solo hace fotografía, sino que también hay pintura y además pinta el cabello de sus retratados…

Cuando empecé en la fotografía me descubrí bastante, aprendí por mi propia cuenta muchas cosas. También trabajo el cabello con colores pasteles y blancos, me considero un sanador, siento que transmito una linda energía, por eso la gente confía en mí. No me gusta definirme como un peluquero o un estilista porque es muy comercial. Me parece lindo el concepto de la transformación del cabello en cuanto al pensamiento, mantengo una conversación como si fueran mis pacientes, ellos me hablan de lo que les pasa y lo que sienten. Hay un empoderamiento mental y me gustan sus reacciones cuando se ven en el espejo. El cabello representa el aura. 

La educación sexual no se ha pensado para la comunidad sorda y sigue siendo muy estigmatizada. ¿Qué reflexión hay detrás de eso?

Yo estoy en el limbo, hago parte del mundo de los sordos y de los oyentes. Entonces conozco la jerga de las personas sordas en la educación sexual. Es incómodo para ellos, porque son muy gráficos y en cambio los oyentes hablan, todos escuchan y es ajeno para los sordos, los oyentes tienen más acceso. Los sordos tienen que ver, entonces cuando toca hablar de diversidad sexual a los oyentes les parece morboso entonces se malinterpreta. Es interesante el lenguaje de señas porque el cuerpo transmite mensajes. 

Dejará Colombia… ¿en busca de qué?

Viajaré a México a buscar más cuerpos etéreos, para ampliar esa belleza como un principio. Descubriré más culturas y es un sueño que se está haciendo realidad. Es un país interesante para continuar con este proyecto.  

 La presentación del libro será el miércoles 24 de abril. A las 6 p.m. en la Sala Filbo cine, conversará el autor con el sociólogo Edward Salazar.


Foto Santiago Ramírez / ARCADIA