Valentina Suárez, la joven promesa del tiro con arco en Colombia

A esa edad, muchas adolescentes habrían querido una fiesta inolvidable, el viaje soñado, o tal vez dinero para satisfacer algún capricho. Pero María Valentina Suárez pidió como regalo de 15 años otro arco. Había conocido el amor por ese deporte a los 14 y, literalmente, quedó flechada.

Su prima Melissa Sánchez ofició de celestina. La vio practicar el tiro con arco y decidió seguir sus pasos. “En esa época éramos muy unidas. Pero mientras yo me apasionaba cada día más por esta disciplina, ella iba perdiendo el interés y decidió dejarlo”, dice la joven bellanita.

Tres años han sido suficientes para confirmar que supo elegir. “La verdad, este no es un deporte muy conocido y por eso me entusiasmó tanto”, asegura. Al dedicarse al tiro con arco Valentina tuvo que hacer un cambio radical en su vida académica. Dejó el colegio La Salle, para cursar el último año de secundaria en el Preuniversitario de Bello. “Con las tareas y la alfabetización no me alcanzaba el tiempo, mientras que ahora con la jornada sabatina, puedo dedicarle toda la semana al deporte y entrenar las cinco horas diarias que necesito”, explica.

De lunes a viernes se levanta a las cinco de la mañana. A las siete llega a la Unidad Deportiva Andrés Escobar de Belén. “Tenemos un descanso de media hora a las 9:30 y luego otro hasta la 1:30 de la tarde, para ir a casa a almorzar, descansar un poco y hacer las tareas del colegio”. ¿Sacrificio? En absoluto. “Si eres bueno en lo que haces y además te apasiona, tienes que aprovechar el momento”. ¿Su vida cambió? “Sí, este deporte llegó para transformarlo todo y llenar mis vacíos”. Ha sido como una terapia que le sirvió, por ejemplo, para superar un duro golpe: separarse de su hermano Jonathan, 15 años mayor que ella. “Crecimos muy cercanos y durante varios momentos fue una figura paterna que me acompañó, protegió y aconsejó. Cuando se casó empecé a sentir su ausencia, me dolió; pero el tiro con arco me ayuda a concentrarme en mi objetivo”.

Quiere ser la mejor de Colombia. Bueno, ya lo es. En la categoría de cadete no tiene rival en el país. Impuso récord nacional en la modalidad de compuesto y aunque aún le restan dos años más de proceso como juvenil, su entrenador en la selección de Antioquia, Ángel Barrios, le augura la consagración: “Desde los juegos departamentales mostró todo su potencial. Ha desarrollado muy buenos hábitos, además de la disciplina y la capacidad de trabajo para soportar el alto nivel de exigencia”.

Como cadete, en los dos torneos más recientes ha competido con las mayores, ubicándose cuarta, detrás de las tres campeonas mundiales: Sara López, Alejandra Usquiano y Nora Valdez, a quienes no ve como sus rivales sino como modelos por seguir. A sus padres les dedica el escaso tiempo libre que tiene, que también invierte en ver telenovelas o series de misterio, salir a caminar por las calles de Bello, visitar el centro cultural Marco Fidel Suárez o pasear y disfrutar de las fiestas de Quitasol, uno de los cerros naturales más importantes del Valle de Aburrá.

Cuando necesita estar sola busca protección en la música electrónica y en la lectura. Hoy, su libro de cabecera es El arte de la guerra, el libro de estrategia más importante de todos los tiempos, escrito por el autor chino Sun Tzu. Le gusta mucho la táctica y aunque a sus 17 años aún tiene mucho por conocer y aprender, con el arco extendido y su mirada fija les da lecciones a más de uno. Los podios la esperan, pero sabe que el camino apenas empieza, y que no es tan corto ni tan definido como las flechas que dispara.

*Periodista deportivo.