ETB: el ascenso de un grande

Aprincipios de 2016, ETB enfrentaba una difícil situación. En los años anteriores había acometido ambiciosas inversiones –en exceso de su patrimonio–, pero no había cumplido sus metas comerciales para explotarlas y, además, su gasto operativo se había incrementado en la mitad. El resultado era un flujo deficitario que comprometía su viabilidad. El reto gerencial era entonces claro: frenar su tren de gastos y vincular más clientes a los nuevos productos.

Alcanzamos estos objetivos antes de lo esperado. Desde 2017, con austeridad y eficiencia, recortamos el ritmo de gastos en una tercera parte –como pocas empresas en tan corto plazo–, para recuperar un flujo superavitario y sostenible. Para 2018 un énfasis comercial en la fibra óptica nos permitió triplicar estos clientes y crecer en productos complementarios, reduciendo la tradicional dependencia de ETB de la tecnología madura de líneas telefónicas de cobre, e incrementando sustancialmente su utilidad operacional. Desde el principio escogimos el servicio al cliente como el rasgo idóneo para una empresa local de larga tradición, y las mejoras en procesos y resultados son evidentes hoy. Es así como en 2018 alcanzamos una utilidad neta positiva por primera vez en 4 años, más temprano de lo previsto.

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ETB es parte de una industria de telecomunicaciones muy competitiva y de retos cambiantes. Los últimos años nos enseñan que para que la empresa genere valor es necesario fortalecer sus planes estratégicos, ejecutarlos disciplinadamente y rendir cuentas transparente y efectivamente. Es decir, mejorar su gobernabilidad de la misma manera que han alcanzado otras empresas públicas como ISA y Ecopetrol.

*Presidente de ETB.