Gran minería

Minería con rostro de mujer

Yobana Puche moviliza al día más de 2.000 metros cúbicos de carbón. Esta es la historia de una madre soltera que demuestra que la minería no es solo para hombres.

11 de agosto de 2017
Yobana Puche trabaja en minería y es madre soltera. | Foto: Harold Lozada

Yobana Puche mide 1,65 metros y cada día moviliza más de 2.000 metros cúbicos de material estéril (roca). No es la Mujer Maravilla porque no necesita efectos especiales ni ‘superpoderes‘. Hace ocho años trabajaba vendiendo celulares y accesorios en Barrancas (La Guajira), su pueblo natal; entonces quedó embarazada y tuvo una hija a la que llamó Laura, por lo que replanteó sus perspectivas laborales. Consiguió un patrocinio del Sena y desde 2010 incursionó en un oficio que muchos no consideraban apto para mujeres: conducir camiones de más de diez metros de altura, transportando rocas durante 12 horas diarias, de día o de noche, llueva o hagan 42 grados centígrados.

Al principio, como a todos los aprendices, a Puche le dio miedo pisar el acelerador de su camión. Y aunque hoy, sin prejuicios a cuestas, se ríe cuando confiesa que no sabe conducir un carro particular, es consciente de que ser madre soltera puede ser un reto más pesado que trabajar con equipos de gran escala.

Su mamá, Osmelia, ha sido el motor para mantenerse en contacto con su hija a pesar de los turnos que se cruzan: a veces Puche llega a casa y Laura ya está dormida y, cuando la conductora de camiones se levanta, la niña ya ha salido para la escuela. "Ha sido difícil pero provechoso", afirma. Tanto, que a partir de 2017 empezó a capacitar a los jóvenes que aspiran a trabajar en Cerrejón, lo que la convierte en la primera operadora múltiple (domina diferentes equipos mineros) e instructora certificada en Colombia.

Esta mujer camufla su timidez en la camaradería que hace llevadero el trabajo en los tajos: aunque habla poco, siempre está sonriendo. Todos los operadores tienen un canal de radio por el que se mantienen contando chistes e infidencias y
escuchan música.

Su trabajo les ha abierto las puertas a otras mujeres, como Orianis Arregocés y Katherine Guerra, que también tienen tiempo para bromear con sus compañeros. "Cada quien se da su lugar", afirma Orianis. José Peñaranda, un veterano de la mina, dice que "hasta pa‘ conducir las mujeres son elegantes" y que con
Puche "se rompió un mito": el que dice que las mujeres no son tan capaces como los hombres.

Lo más duro para ella es trabajar de noche, por lo que su clave para mantenerse en esa titánica labor es el buen descanso. Actualmente se sigue profesionalizando con la responsabilidad de llevar a cabo un trabajo seguro en la mina. "Por eso hay que hacerlo bien", concluye.