ECONOMÍA
“En Cartagena se necesita gobierno”
Esa es la conclusión de María Claudia Peñas, directora de Cartagena Cómo Vamos. El sector privado ha jalonado el desarrollo de la ciudad en los últimos años, pero ante los grandes retos que enfrenta La Heroica se necesita el compromiso de las autoridades.
Cartagena es reconocida como uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. La ciudad tiene el sector industrial más productivo de la Región Caribe –representa el 44,4 por ciento de la producción bruta regional–, es la principal ciudad productora y exportadora de artículos petroquímicos del país, y tiene el puerto más eficiente del Caribe y el primero de Colombia (según Caribbean Shipping Association). Su aeropuerto conecta con diez rutas internacionales y, hasta abril de 2019, movilizó cerca de 2 millones de pasajeros: la terminal aérea Rafael Núñez es la tercera que más viajeros mueve en el país, después de El Dorado, en Bogotá, y el José María Córdova, en Rionegro (Antioquia).
Lo anterior demuestra que la ciudad, a pesar de la crisis política e institucional que ha sufrido en los últimos siete años, cuenta con un sector empresarial fuerte, que responde a su vocación turística, portuaria, logística y petroquímica, lo que crea un gran potencial de crecimiento.
Superación de la pobreza
En la cuarta entrega del Índice de Progreso Social Ciudades, que mide el bienestar de las personas en una sociedad, Cartagena ocupa el noveno lugar entre 13 ciudades del país; con 56,8 puntos sobre 100 es uno de los territorios con el nivel de progreso social más bajo. Y aunque Cartagena ha hecho avances en materia de saneamiento básico, seguridad y nutrición, todavía tiene que resolver asuntos relacionados con educación, salud, sostenibilidad del ecosistema, derechos humanos, tolerancia e inclusión.
De acuerdo con mediciones del Dane, la pobreza en Cartagena mantiene una tendencia decreciente en los últimos diez años. La ciudad pasó de tener 38,5 por ciento de pobreza monetaria en 2009, a 25,9 por ciento en 2018. A pesar del progreso, aún hay más de 268.000 cartageneros viviendo en la pobreza y cerca de 35.000 en la pobreza extrema, es decir, personas que no tienen dinero suficiente para comer.
En la más reciente encuesta de percepción ciudadana de Cartagena Cómo Vamos, 35 por ciento de los cartageneros se perciben como pobres, principalmente en la zona rural. Y una proporción similar, 34 por ciento, afirmó que algún miembro del hogar tuvo que comer menos de tres comidas diarias por falta de alimentos.
Le puede interesar: Así evolucionaron los muelles de Cartagena
La pobreza está relacionada con variables como vivienda digna y segura, acceso a saneamiento básico, educación de calidad, salud y generación de ingresos. Sobre esto último, la realidad del mercado laboral en Cartagena presenta enormes retos, si bien esta sigue siendo la ciudad capital con menos desempleo en Colombia. Durante el primer trimestre de 2019 la tasa de desempleo nacional fue de 11,8 por ciento, según el Dane, mientras que la de Cartagena llegó a 6,8 por ciento.
A pesar del buen desempeño en empleo la principal dificultad sigue siendo la informalidad. Más de la mitad de los ocupados en Cartagena –51 por ciento– se encuentran en condiciones de informalidad (a nivel nacional, esta cifra es de 47 por ciento). Esto tiene que ver con la capacidad de absorción de mano de obra calificada por parte del aparato productivo de la ciudad, que hoy está conformado 90 por ciento por micro y pequeñas empresas; pero también con la falta de condiciones favorables para emprender. El 70 por ciento de los cartageneros aseguran que es difícil volverse emprendedor aquí.
Empresa y desarrollo
En un reporte de 36 empresas realizado por la Andi Bolívar, se evidenció que solo en 2018 el sector industrial aportó 34.000 millones de pesos por pago de impuesto predial, 94.000 millones por industria y comercio y 2.200 millones por tasa medio ambiental. El impacto en las finanzas públicas del Distrito y en el mercado laboral de la ciudad es indiscutible. La industria en Cartagena empleó a casi 15.000 personas, lo que se traduce en 467.000 millones de pesos por pago de nómina y 125.000 millones de pesos en aportes en seguridad social. Adicionalmente, entre proveedores y contratistas las empresas pagaron 2,8 billones de pesos.
El sector privado de Cartagena le ha apostado desde siempre a la educación, al fortalecimiento de la democracia y de la sociedad civil. Gracias a sus aportes y respaldo a organizaciones cívicas y fundaciones –como Fundación Mamonal– se han entregado más de 300 becas de educación superior y sus egresados se han vinculado laboralmente 92 por ciento. También se diseñó el Plan Maestro de Educación a 2030 y pronto abrirá sus puertas el Centro a la Excelencia en Pasacaballos, que atenderá a 240 niños. Además, los gremios empresariales son los socios corporativos de la Universidad Tecnológica de Bolívar, la universidad privada más grande de la ciudad, recientemente reacreditada con alta calidad.
Adicionalmente, el sector privado apoya a Vigila Cartagena, un programa liderado por Funcicar, que ha demostrado ser efectivo en la lucha contra la corrupción y en promover la transparencia en la contratación pública.
Los retos siguen siendo muchos y el esfuerzo del sector privado no dará frutos si no encuentra eco en una administración pública eficiente y comprometida con el desarrollo sostenible de la ciudad. Lo que sí es seguro es que quien llegue a liderar los destinos de La Heroica, encontrará un sector empresarial con alta conciencia social y dispuesto a trabajar por hacer de Cartagena un mejor lugar para vivir.
* Directora de Cartagena Cómo Vamos