SOSTENIBILIDAD
Las buenas prácticas de Mansarovar Energy
Inspirados por el nombre de un reconocido lugar de peregrinación entre China e India, nació esta empresa indo-china que lleva 12 años en Colombia tecnificando el sector de hidrocarburos, protegiendo a las regiones y apostándole al desarrollo sostenible en el Magdalena Medio.
Se dice que las aguas azuladas del lago Mana Sarovar, entre China e India, limpian todos los pecados de esta vida y cien más. Esta laguna es un lugar sagrado y de encuentro para el hinduismo, el Bön, el jainismo y el budismo tibetano. Esto explica por qué entre abril y mayo de cada año miles de caravanas de peregrinos marchan hasta las cercanías del Monte Kailash en el Tíbet, sin importarles que este cuerpo de agua de 320 kilómetros cuadrados esté a 4.590 metros sobre el nivel del mar y que para llegar hasta allí sea necesario caminar varios días.
Un trayecto todavía más largo recorrieron la empresa estatal india Oil and Natural Gas Corporation Limited (ONGC-Videsh) y la estatal China Petroleum and Chemical Corporation (Sinopec) en 2005, cuando decidieron unir fuerzas y crear Mansarovar Energy, una compañía basada en la multiculturalidad, que no en vano reúne con acierto las culturas de China, India y Colombia en torno a su excelencia operacional. Un año después, el campo petrolero Velásquez, el contrato de Asociación Nare con Ecopetrol y el oleoducto Velásquez-Galán, localizados en la región del Magdalena Medio, entraron a ser parte de su operación.
Hoy día, tras 12 años de trabajo en Colombia y con una producción de 30.566 barriles diarios de crudo pesado en 2017, Mansarovar Energy se ha consolidado como la empresa privada de mayor producción de crudo pesado en todo el país con campos como Moriche, Abarco Jazmín, Under River y Girasol, ubicados en Puerto Boyacá.
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Si bien estos lugares son estratégicos, también han ganado cierta fama por los retos que supone la explotación de hidrocarburos en ellos. Un desafío que enfrentó con éxito Mansarovar Energy al implementar tecnología de punta para alcanzar los objetivos de producción. De hecho, los costos y excelencia de su operación han sido destacados en varios estudios de benchmarking y estos esfuerzos le han valido a la empresa ubicarse al mismo nivel, o incluso superior, frente a sus pares a nivel mundial, además de varios reconocimientos internacionales.
En 2014, Mansarovar Energy tuvo la mejor operación entre cerca de 30 compañías del mundo. Ese mismo año obtuvo el Premio Esmeralda, un reconocimiento al desempeño sobresaliente en salud, seguridad ocupacional y ambiental; y recibió la certificación Empresa Familiarmente Responsable (EFR). En 2017 Colciencias reconoció la Unidad I+D+i de Mansarovar Energy como la primera en investigación, desarrollo tecnológico e innovación del sector petrolero y la certificó con el Inventario de Gases Efecto Invernadero. Y recientemente, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco) premió a Mansarovar Energy como la Compañía con Mejor Entorno de Trabajo perteneciente a un sector económico distinto al de Servicios Públicos y Comunicaciones.
Más allá de la excelencia
La innovación y la tecnificación de los procesos para viabilizar la producción no es lo único importante para esta empresa. El fortalecimiento del tejido social de las comunidades a las que impacta es otra de sus preocupaciones. Por ello, desde 2016 Mansarovar ha desarrollado un plan de trabajo que busca fortalecer la institucionalidad, sostenibilidad y desarrollo local. Los resultados ya se sienten en Puerto Boyacá, Cimitarra y Barrancabermeja, en donde se ha fortalecido la cadena productiva cacaotera. La estrategia incluyó la rehabilitación tecnológica de los cultivos, la renovación de más de 100 hectáreas con un sistema agroforestal de cultivo transitorio y la capacitación de la población para asociarse y gestionar recursos propios. Más de 200 familias se han beneficiado con este programa.
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Mansarovar Energy también sobresale por sus iniciativas ambientales. La empresa ha recibido certificaciones, como la del Sistema de la Gestión de la Energía (ISO 50001), que le adjudicó Icontec International, distinción impulsada con la inscripción al Sistema de la Gestión de la Huella Hídrica y Huella de Carbono. A esto se suman las acciones para la protección de la biodiversidad. En 2013, por ejemplo, comenzó el programa de rehabilitación, liberación y protección del mono cariblanco y un monitoreo constante de la chauna chavaria, una ave endémica del norte de Colombia y Venezuela.
Desde 2016, todos estos lineamientos se encuentran en sintonía con los diez principios del Pacto Global de las Naciones Unidas. En esa línea, se están ultimando los preparativos de la adecuación de una sede universitaria en Puerto Boyacá. Este lugar permitirá afianzar el compromiso de Mansarovar Energy con la comunidad por medio de la educación, que apalanca el crecimiento de toda sociedad. Esta es la cereza del pastel para las 25 personas que han podido estudiar carreras profesionales y las cerca de 400 que disfrutan de una vivienda propia y de calidad, gracias al compromiso de Mansarovar Energy.