Agro

Palmicultura sostenible

Nuevas prácticas de control y prevención de enfermedades, mejoramiento genético, una adecuada gestión del agua y del manejo de los suelos están transformando al sector en Colombia. El Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma) lidera este cambio.

1 de septiembre de 2020
La enfermedad de la pudrición del cogollo ha afectado más de 94.000 hectáreas de palma de aceite en la última década. | Foto: Cortesía Cenipalma

En 1990, los palmicultores de Colombia se reunieron para resolver cómo aprovechar el desarrollo científico y tecnológico para el crecimiento del sector. La respuesta fue la creación del Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma), una corporación que desde entonces ha abanderado la transformación sostenible de la palmicultura, la transferencia de conocimientos entre productores y el aumento de la productividad.

La corporación ha sido clave en la lucha contra enfermedades como la Pudrición del cogollo (PC). Solo en la última década, más de 94.000 hectáreas han sido afectadas por esta problemática, lo que provocó la pérdida temporal de más de 67.000 empleos y daños superiores a los 2.700 millones de dólares. “Hemos acompañado a los palmicultores para que adopten prácticas de control y prevención de la PC, como aplicar las mejoras prácticas al momento de iniciar un nuevo ciclo productivo, con adecuados drenajes y la siembra de cultivares con registro ICA con características de resistencia a PC en zonas de alta incidencia de la PC”, explica el director general de Cenipalma, Alexandre Cooman.

Las investigaciones de Cenipalma en la Estación Experimental La Providencia, en Tumaco, y en los demás campos experimentales, lograron desarrollar un paquete tecnológico para los productores del híbrido OxG: un cruce entre palma americana y africana más resistente a la enfermedad.

La estación La Providencia es uno de los cuatro campos experimentales que tiene la corporación en Barrancabermeja, la Zona Bananera y los Llanos Orientales para llevar a cabo sus desarrollos científicos. Cada uno se especializa en investigaciones como el mejoramiento genético de la palma de aceite, la gestión óptima del agua y el manejo de suelos.

El compromiso con el sector ha llevado a Cenipalma a innovar para continuar con sus actividades durante la pandemia. Ejemplo de ello es el programa ‘Colombia Palmera en Línea’, un nuevo canal de comunicación directa entre la corporación y los palmicultores para garantizar la socialización de conocimientos y el diseño de estrategias organizacionales. “En conjunto, todas estas acciones nos permiten apoyar al sector palmero con soluciones efectivas frente a sus mayores retos y generar posibilidades tecnológicas para aprovechar oportunidades”, concluye Cooman.