SOSTENIBILIDAD

Hacer turismo sostenible es una inversión, no un gasto

En Colombia hay 1.254 prestadores de servicios con certificación de calidad y sostenibilidad, pero aún son pocos. La viceministra de turismo, Sandra Howard, explica algunas de las ventajas de seguir por esta senda.

Sandra Howard*
31 de julio de 2018
Una manada de chigüiros y un águila en los humedales del Hato la Aurora, en Paz de Ariporo, Casanare. | Foto: Cesar David Martínez

Uno de los mitos que con mayor frecuencia encontramos al trabajar con los actores de la industria de viajes y turismo es que muchos de ellos –particularmente los pequeños y medianos empresarios–, consideran que el asunto de la sostenibilidad es cosa de las grandes corporaciones, del sector de la minería, de la gran industria o de los gobiernos.

Y es comprensible, en la medida en que es un debate que ha girado alrededor de esos sectores y no ha trascendido, como debería hacerlo, a todas las industrias y nichos de la sociedad. Es un reto que Colombia aún tiene pendiente.

El desarrollo de la sostenibilidad empresarial en proyectos turísticos es una prenda de garantía para cumplir con los altos estándares que exige esta dinámica industria en el siglo XXI. Hoy es una exigencia asegurar el respeto hacia las comunidades y garantizar su participación integral en el crecimiento de la actividad, así como el cuidado del medioambiente, que en Colombia es la mayor ventaja competitiva de este sector.

Algunos de los mitos que existen en materia de sostenibilidad empresarial es que cuesta enormes cantidades de dinero o que es un obstáculo para el crecimiento de la empresa, o que es un gasto, más que una inversión.

El desarrollo de la sostenibilidad empresarial en la industria de viajes y turismo exige un trabajo permanente de información y capacitación que permita al empresario comprender el enorme beneficio de alcanzar certificaciones internacionales.

A manera de ejemplo, podemos destacar que estas certificaciones le permiten mejorar sus relaciones con clientes, aliados, trabajadores y proveedores; y, sin duda, mayor eficiencia en el uso de los recursos con los que cuenta. Ser sostenible es una nueva ‘promesa de venta’, con la que se accede a los mercados reservados a los mejores.

En la dinámica que presenta el negocio del turismo hoy, las agencias mayoristas a nivel mundial y los turistas que se consideran que invierten mayores cantidades de dinero en sus viajes, buscan empresas certificadas, pues estas son garantía del mejor servicio y del respeto por el entorno social, cultural, natural y económico.

El reto de Colombia empieza por crear conciencia en los prestadores de servicios turísticos de la importancia de la sostenibilidad. A junio de 2018, en Colombia ya hay 1.254 prestadores de servicios turísticos certificados en las diferentes normas de calidad y sostenibilidad. Todavía es un número muy bajo si consideramos que el Registro Nacional de Turismo cuenta con más de 27.000 inscritos.

El camino para extender una industria turística con perspectiva de futuro en Colombia empieza por insertar los conceptos y prácticas de la sostenibilidad en su ADN. El gobierno nacional lo ha entendido así y ha ofrecido a los empresarios del sector los instrumentos necesarios para cumplir con estos estándares. Un ejemplo de ello es la plataforma de implementación y certificación en línea, creada para que los empresarios del turismo en Colombia puedan adelantar este proceso de la manera más ágil y sencilla posible. Somos un ejemplo único en América Latina.

Un aspecto que tenemos en cuenta para el desarrollo de nuestra estrategia encaminada al crecimiento de la industria y que contempla los conceptos de sostenibilidad es el de formación de productos turísticos de alto valor para atraer visitantes que generan un gasto entre tres y cuatro veces más alto que el de un turista convencional. Ejemplos como el de los avistadores de aves o los turistas de salud o de negocios y reuniones, ya son emblemáticos en Colombia.

Con el diseño del próximo plan sectorial de turismo, una de las metas que nos hemos planteado es la de impulsar la sostenibilidad ofreciendo herramientas para que las empresas sigan animándose a ser parte de la dinámica de la sostenibilidad, ya que ellos son los primeros beneficiados y entienden que ser sostenible paga.

No importa si se trata de grandes empresas o de iniciativas familiares, los prestadores certificados coinciden en que la ruta de la sostenibilidad trae beneficios económicos gracias a la reducción de gastos, por ejemplo, en energía eléctrica. Pero, además, es una oportunidad para conectarse con sus empleados, sus familias y las comunidades en las que desarrollan su negocio, mientras ayudan al cuidado del medioambiente y hacen del turismo el verdadero motor de desarrollo económico para las regiones. ¡Todo esto sin mencionar que es lo correcto!

En la medida en que el empresario elabore su actividad bajo los estándares de la sostenibilidad, sus buenas prácticas serán cada vez menos una obligación y pasarán a ser una inversión de provecho para los negocios.

Emplear personal local, respetar los valores de las comunidades, disponer correctamente los residuos, controlar el uso de recursos naturales y energía, proteger a miembros vulnerables de la población como los niños y adolescentes y no retirar flora y fauna de su entorno, son algunos ejemplos de lo que puede hacer el empresario local y que no requieren nada distinto de la voluntad para hacerlo.

Superar los mitos es una tarea difícil, que empieza por una apropiada divulgación, más aún cuando se trata de una actividad que solo trae beneficios para todos los involucrados.

*Viceministra de Turismo.