TECNOLOGÍA
Damen: el astillero holandés que quiere que Colombia tenga su ‘Pola’
Ya construyó una en México. Así se llama la nave con el equipamiento tecnológico más avanzado de América Latina. Tiene nombre de heroína colombiana y, claro, la empresa quiere que nuestro país tenga la suya.
Ha sido un largo viaje. Desde 1927 la compañía holandesa Damen Shipyards Group se dedica a la construcción de embarcaciones y productos navales. Surgió como una empresa familiar, que lleva el apellido de sus creadores, Jan y Rien Damen; y con el paso de las décadas se consolidaría como un exitoso grupo naviero. Pero el inicio no fue fácil. Las primeras operaciones se realizaban en el único astillero de la firma, ubicado en los Países Bajos, a orillas del río Merwede, en Hardinxveld.
La empresa ganó rápidamente una buena reputación en su país, pero fue solo hasta 1969, con la llegada de su actual presidente, Kommer Damen, cuando el grupo alcanzó el éxito. Lo anterior fue posible gracias a la implementación del modelo de estandarización, un enfoque que además de reducir los costos de las embarcaciones y de su mantenimiento, minimiza el tiempo de entrega.
Fue así como poco a poco la firma se convirtió en lo que es hoy: una que cuenta con 36 astilleros alrededor del mundo, con más de 12.000 trabajadores y una capacidad de producción de hasta 180 barcos al año.
Construir una Pola
El crecimiento que ha tenido Damen en las décadas recientes no solo le ha permitido expandirse en suelo europeo sino que, además, le ha abierto las puertas de América Latina. Uno de los casos más representativos que ha llevado a cabo la empresa en el Nuevo Continente se está desarrollando en México, se trata del programa para construir la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (Pola) en la que trabajan de la mano con la Armada mexicana.
Esta embarcación (la Pola) mide 107 metros y es una nave que cuenta con la tecnología más avanzada de América Latina. Puede navegar a velocidades de hasta 25 nudos, tiene la capacidad de pasar 20 días en el mar, simplifica las labores de búsqueda y rescate, y le permite a México salvaguardar su soberanía y proteger sus intereses marítimos.
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Lo más interesante de este proyecto es que no se está construyendo en territorio holandés, como podría suponerse, sino que se está ejecutando en México, con trabajadores locales. Lo anterior es posible gracias a la transferencia de conocimiento y tecnología que la compañía le entregó a la industria astillera de ese país.
Los primeros pasos
Damen Shipyards Group, al ser una organización internacional que compite en un mercado global, navegó a Colombia hace más de tres décadas, cuando descubrió que los grandes puertos del país, su Armada y su ubicación geográfica hacían de él un cliente ideal.
El país y la compañía no tardaron mucho en firmar sus primeros contratos. Uno de estos fue hace aproximadamente 32 años, cuando Cerrejón le compró al grupo holandés unos buques que, hasta hoy, siguen funcionando. En el presente, Colombia tiene embarcaciones construidas por Damen que navegan en nuestras aguas para empresas como Intertug y Serviport.
En cualquier parte del mundo, la empresa busca ser más que un simple proveedor. Quiere crear asociaciones que beneficien a los países donde opera. Por eso, tiene como propósito ser parte del Programa Estratégico de Superficie (PES), con el que Colombia busca construir fragatas y modernizar las embarcaciones de la Armada para mejorar su control marítimo. Lo que la compañía propone es desarrollar el proyecto Pola en tierras nacionales y hacer una transferencia de conocimiento y tecnología para que la embarcación se construya localmente con las modificaciones que se requieran (la plataforma, armas y demás equipamiento).
Como lo dice Pieter Becker, gerente de ventas de Damen para América, la compañía holandesa es la indicada para participar en el PES ya que “es el astillero con más experiencia en la construcción de buques de complejidad en astilleros que no son propiedad de nuestro grupo. Ya lo hicimos de forma exitosa en el pasado, lo que demuestra que tenemos un historial que reitera que nuestra filosofía y forma de hacerlo funcionan. ¡Sin duda, funcionan!”, tal y como lo demostraron con el programa Pola.