EDUCACIÓN
La academia, un motor fuera de borda que alimenta el sector astillero
Las universidades han sido vitales para el progreso y la innovación de esta industria en el país. Muchos proyectos que emergieron en las aulas de clase hoy navegan por los mares y ríos colombianos. Conózcalos.
El buque de desembarco anfibio BDA Bahía Málaga y las Lanchas Patrulleras de Río (LPR) hacen parte del catálogo de embarcaciones insignias de la Armada Nacional. Ambas navegan por el territorio colombiano para proteger las aguas del país. El primero lo hace en el litoral Pacífico. Tiene 49 metros de largo, casi el mismo de una piscina olímpica, y 11 metros de ancho, el equivalente a un camión de tres ejes. Su misión es recorrer las comunidades costeras brindando ayuda médica y humanitaria. Las lanchas, por su parte, recorren los principales ríos. Actúan como botes de combate fluvial, tienen equipos especializados para desarrollar operaciones de vigilancia, inteligencia y comunicación. Son tan rápidas como un lobo en cacería. Alcanzan los 35 nudos de velocidad.
Por su capacidad, tecnología y eficacia podría pensarse que todas estas naves se construyeron en Corea del Sur, China o Japón –las principales potencias del sector astillero–, pero no, estas embarcaciones fueron creadas aquí, de hecho, son el resultado de los trabajos de grado de varios estudiantes de la Escuela de Cadetes Almirante Padilla, en Cartagena.
Estas iniciativas surgieron en las aulas de clase y, posteriormente, la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial (Cotecmar), las materializó como apoyo para la Armada Nacional. Es tan grande la importancia de la academia en el desarrollo del sector astillero que dicha corporación cuenta con tres universidades como socias estratégicas: la Tecnológica de Bolívar, en Cartagena; la Universidad del Norte, en Barranquilla; y la Universidad Nacional.
La finalidad de este trabajo en conjunto es que se aplique un sistema sectorial de innovación y la academia sea considerada como un actor indispensable para mejorar la gestión, la capacidad y la operación de este campo. “Desde el resurgimiento de la industria, a comienzos de este siglo, las universidades se han convertido en las principales fuentes de conocimiento científico y un relevante motor de innovaciones. Su papel es necesario para resolver las diferentes problemáticas que enfrentamos”, afirma Jimmy Saravia Arenas, jefe del departamento de gestión de la innovación en Cotecmar.
Hoy, dos instituciones ofrecen programas ligados a la industria naval y astillera del país. Una es la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla que cuenta con un pregrado en Ingeniería Naval y maestrías en Oceanografía, Gestión Logística, Política y Estrategia Marítima, entre otras. También dicta diplomados de Logística Portuaria, Gestión del Riesgo y Cambio Climático y Sistemas de Información Geográfica, Teledetección y Datos de Georreferencia. La otra es la Universidad Tecnológica de Bolívar, que fue la primera entidad de educación superior privada en incursionar en el sector. Ofrece un pregrado y una maestría en Ingeniería Naval, y otro máster en Ingeniería Oceánica. Además, cuenta con una especialización en Logística del Transporte Internacional de Mercancías.
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El buen momento del sector astillero ha estimulado el interés y la investigación en este campo. Universidades como la Nacional y la del Magdalena lanzarán en 2019 varios programas relacionados con esta industria. La primera comenzará con una especialización en Logística de Carga Portuaria; la segunda tendrá un pregrado en Ingeniería Marinocostera.
Además de promover la innovación naval, las instituciones educativas del país contribuyen a la fuerza productiva de Cotecmar. Del total de estudiantes que realizan sus prácticas profesionales en la corporación, el 25 por ciento quedan vinculados a ella de manera oficial. Y cada cuatro años los mejores egresados aplican a una beca que les entrega esta organización y que les cubre la totalidad de los costes de sus maestrías o doctorados en el exterior.
Innovación en las aulas
Los estudiantes colombianos también están contribuyendo al desarrollo de la industria astillera y marítima nacional. Compruébelo.
Hydrometra
Ese es el nombre del grupo de investigación interdisciplinario de la Universidad Nacional, sede Medellín, que desde 2014 trabaja en la creación de innovaciones para el sector naval y astillero. Cada año participan en el concurso Hydrocontest, patrocinado por la empresa suiza Hydros, y suman más de seis premios, incluyendo el más codiciado de todos, a mejor eficiencia energética, que consiguieron en 2017. Este año, las investigaciones de Hydrometra estarán centradas en crear proyectos de impacto social en el país. Un ejemplo de ello es el diseño de un barco solar que pueda mejorar la calidad de vida de la población de Vigía del Fuerte, en Antioquia. Este municipio, de vocación pesquera, no cuenta con una red eléctrica y debe subsistir con plantas diésel. En muchas ocasiones los costos del transporte que tienen que pagar para recargar el combustible en los municipios aledaños son mayores que las ganancias que reciben. Actualmente se está diseñando el prototipo y las pruebas en terreno comenzarán en junio.
¡Pura fibra!
Para estudiar el desempeño de las lanchas rápidas de patrullaje tipo Orca, elaboradas por Cotecmar, el Grupo de Investigación en Materiales y Estructuras de la Universidad Tecnológica de Bolívar diseñó una herramienta de monitoreo en tiempo real de las estructuras navales utilizando fibra de vidrio. Este proyecto se desarrolló bajo las normas internacionales de construcción de embarcaciones en materiales compuestos y fue la primera vez que en el país se utilizó la fibra de vidrio para procedimientos de este tipo. Hoy, la corporación usa este sistema para conocer el desempeño de sus embarcaciones.
Cuestión de método
En 2010 los grupos de investigación de Innovar del Caribe y Productividad y Competitividad de la Universidad del Norte, diseñaron el modelo de gestión sobre el que hoy se basa Cotecmar. Este método articuló la tecnología, el talento humano y el conocimiento. A nivel corporativo se consolidó una metodología de gestión por competencias, un sistema de inteligencia empresarial (SIE) alineado a la innovación y un diseño de plataforma tecnológica basado en el desarrollo del talento humano de la organización.